UNA CIUDAD ACOSTUMBRADA AL ALTO RIESGO
Es un orgullo para España entera, y para Madrid en particular, ser el escenario de este partido histórico. Ustedes, como nadie, saben cómo en España siempre hemos amado al fútbol argentino, pues desde antaño hemos contado en nuestra Liga con los mejores jugadores profesionales de su país. Como ahora tenemos a los dos más grandes de la historia: uno, Messi, en el Barça, como jugador, y el otro, Diego Simeone, como entrenador del Atlético de Madrid, el equipo que cuenta con la mejor afición de España.
La ciudad de Madrid está muy acostumbrada a la organización de eventos de alto riesgo y, en principio, siempre se localiza a las aficiones en dos amplios espacios donde puedan concentrarse y celebrar sus fiestas. En este caso, las destinadas a Boca y River estarán a varios kilómetros de distancia del Bernabéu y la policía tiene previsto realizar un operativo de aislamiento en cada zona, además de controlar todas las vías de comunicación entre ambas.
Horas antes del partido, la Policía Nacional de España conducirá a las dos hinchadas hacia el estadio, con horas de diferencia y en cada se distribuirá la información de horarios en que se iniciará la marcha custodiada por la policía y por qué puertas pueden ingresar al Bernabéu.
Eso sí, las hinchadas argentinas estarán muy separadas de los aficionados españoles y, una vez finalizado el partido, la salida de los argentinos se realizará bajo un fuerte operativo de seguridad, a horarios distintos. Para ello, la policía contará con miles de agentes que estarán reforzados por agentes especializados de Bilbao, Barcelona, Sevilla y otras ciudades donde se producen estos tipos de enfrentamientos por tener dos equipos rivales en la misma ciudad.
En el acceso al estadio el control será máximo, con detectores de metales y de otros elementos que les serán retirados a los aficionados que los quieran introducir. Todos serán debidamente cacheados, como sucede en España cada vez que hay partidos de alto riesgo. Todos los aficionados problemáticos estarán identificados y no les permitirán ingresar al estadio. La policía será contundente ante los desmanes que pudieran originarse antes, durante y después del partido.
También dentro del Bernabéu habrá un importante despliegue policial. Me temo que las broncas que tengan algunos aficionados las pagarán las instalaciones del Bernabéu. Aunque esperemos que el civismo reine.