Cossar: “Cambiemos no se va a romper”
Uno de los hombres más cercanos a Mestre asegura que el intendente es la mejor opción para 2019. “La relación entre los cuatro partidos de la coalición es buena”, asegura.
Es la mano derecha de Ramón Mestre. Fue su viceintendente y ocupó diversos cargos en las dos gestiones del actual intendente. Hoy, mientras se desempeña como secretario de Modernización, aparece como uno de los más activos participantes en la mesa chica del jefe comunal, en un momento particular para Cambiemos, ya que se está definiendo quién será el candidato a la gobernación en el 2019 –“una final”, asegura–. En ese marco, deja un mensaje claro hacia adentro de la coalición: “Cambiemos no se va a romper”.
—¿Cuánto hace que lo conoce a Mestre?
—Hace 30 años.
—¿Cómo lo define?
—Como un tipo muy pasional, muy comprometido. Creo que, muerto el padre, es el tipo que más conoce la ciudad de Córdoba, los más de 500 barrios que tiene. Y también la Provincia. Militamos juntos, tenemos una relación, desde la época de la facultad, aunque él es más chico. Lo primero que hice cuando lo conocí fue querer presentarle a mi hermana, en ese momento se acostumbraba a salir solo. Y se la presenté.
—Le generaba confianza.
—Sí, desde siempre. En 30 años de militancia me sobran los dedos de una mano para recordar discusiones, que las hemos tenido, claro, pero fueron muy pocas y rápidamente compusimos. Un tipazo. Un “enfermo” de la ciudad.
—¿Y cómo les pegan las críticas que reciben por la gestión y el estado de la ciudad?
—Las bien intencionadas nos pegan bien porque sabemos que queda mucho por hacer, pero también nos queda muy claro de dónde venimos. Para criticar, hay que ver de dónde venís, por más que llevemos siete años.
—¿A qué se refiere?
—Asumimos con una ciudad explotada, ni siquiera en el ´83, cuando asumió Mestre padre, la ciudad estaba en las condiciones que cuando asumimos nosotros.
—Pero son siete años, es como hablar de una herencia que viene de ustedes mismos.
—No, no, no. Eso es aplicable para el peronismo, que gobierna hace 19 años y medio, en diciembre del año que viene -que va a ser su último mandato- van a completar 20 años y medio. En ese caso es todo de ellos: lo bueno y lo malo.
En siete años no podemos revertir todo: el transporte público era precario, hoy está licitado, con el parque de unidades más nuevo del país. Hicimos nueve dispensarios; Mestre va a dejar 98 centros de salud con centros odontológicos, y antes tenía la mitad; le vamos a dejar a la ciudad seis parques educativos, la obra más progresista en serio de esta gestión.
Nos quedan cosas en el tintero. Estamos viendo si encauzamos el tema de la basura, es un pendiente, pero nadie podrá negar que hicimos todo lo posible, cuando asumimos con Crese fundida. Hicimos un llamado a licitación de la basura y el transporte al mismo tiempo y puede haber sido nuestro error.
—¿Cree que el peronismo va a jugar “en serio” en la Capital?
—El peronismo, a diferencia del radicalismo, no puede vivir si no está en el poder, por eso los que hoy se pelean, mañana se abrazan y se desconocen. Son profundos kirchneristas cuando les conviene y son profundos antikircheristas cuando no.
Ahora, cuando el peronismo está desesperado por tomar el poder, se vuelve a juntar. Es una fábula: el peronismo siempre apostó lo mejor que tenía en la Provincia y en la Capital.
—¿Y a usted le gustaría estar ahí?
—Voy a estar.
—¿Quiere ser intendente?
—Claramente. Es un lindo sueño que tengo desde chico. Uno participa para aportar desde un espacio. Hoy mi voluntad está puesta en seguir construyendo un proyecto superador que sea alternativa de cambio en la Provincia con Cambiemos y con Ramón Mestre como gobernador. También sigo trabajando para que la ciudad esté cada día mejor, al aportar mucho trabajo, propuestas y soluciones.
—Es difícil entender la relación de Schiaretti con Mestre.
—Desde el fallecimiento de De la Sota recompusimos la relación, que nunca debió haberse roto, aunque lo hicimos solo desde lo institucional, porque lo de los fondos es una cuestión que sigue pendiente, a lo cual no vamos a renunciar. Tenemos la tranquilidad de que no fuimos nosotros los que rompimos. Esperemos que la campaña no empañe este momento.
En Córdoba, la alternativa a este neokirchnerismo es Cambiemos Mestre es el mejor jugador que tenemos, no puede ir al banco en una final