La CGT anticipa un año de puja por los salarios y las reformas
La CGT reclama un diálogo formal al Gobierno pero el ministro de Producción, Dante Sica, busca privilegiar el trato sector por sector y extiende su agenda gremial paralela. Este tironeo marcará el tono de las relaciones entre el oficialismo y los gremios en el año electoral. El primer capítulo de esta pulseada comenzó esta semana con el pedido de convocatoria al Consejo del Salario, que realizaron el miércoles los secretarios de la central Héctor Daer y Carlos Acuña.
Daer confirmó que aún no obtuvieron ninguna respuesta formal ni se fijó una reunión con el nuevo secretario de Trabajo, Lucas Fernández Aparicio. Además, explicó que el reclamo por el salario mínimo alcanza a “la gente no convencionada, y sobre todo a la gente que está fuera de los centros urbanos, y es una referencia para docentes y para planes sociales”. Recordó que se definió por decreto un aumento de junio a junio del 25%, algo que, evaluó, “se discutió cuando había un país y hoy hay otro”.
El ministro dejó abierta la posibilidad de la convocatoria pero insistió en un tema espinoso: la posibilidad de una reforma laboral. Esta alternativa fue rechazada por Daer y Acuña en diversas declaraciones. Otros dirigentes consultados, entre los que suelen manifestar las posturas más comprensivas con Cambiemos, también aclararon que los cambios en la ley de contratos o de derechos adquiridos son una línea roja que podría activar medidas de fuerza.
Más allá de las declaraciones cruzadas, Sica despierta elogios entre algunos dirigentes de la mesa chica sindical y un dirigente industrial no dudó en definirlo como “un compañero más” ante las críticas de otro colega, durante una reunión de la conducción cegetista. El ministro tiene lazos de larga data con varios gremios de peso y los hace valer desde su vuelta a la función pública.
Además, el funcionario cuenta con la ayuda de otro dirigente que trabajó en el gobierno de Eduardo Duhalde para ampliar su cartera de contactos gremiales. Alfredo Atanasof, ex ministro de Trabajo, se ocupó de presentarle varios dirigentes que Sica no conocía, confirmaron a este medio tres calificadas fuentes gremiales.
Algunos referentes cegetistas temen que estas maniobras y las peleas que pueda desatar el año electoral podrían debilitar a la central, que ya fue golpeada por las renuncias y los pedidos de cambios de autoridades que fogonean los gremios duros desde el Frente Sindical que comandan Hugo Moyano (Camioneros), Ricardo Pignanelli (Smata) y Sergio Palazzo (La Bancaria). Pero en la central se muestran confiados en que ese sector no cuenta con los votos en la comisión directiva de la CGT para llamar a un Congreso, o los votos confederados para definir una nueva dirección.