Qué indican Brasil y EE.UU. de lo que pasa en el mundo (II)
dos sino como invasores”. Un ejemplo de que no se trata de fenómenos aislados: George Soros tiene la fundación filantrópica más grande del mundo, Open Society, y su primera central estuvo en Hungría porque Soros nació allí. El propio Viktor Orbán pudo estudiar en Harvard de joven con una beca de la fundación de Soros, la que ahora tuvo que cerrar en Hungría por el combate que le desarrolla Salvini, de la Liga Norte, de derecha, quien declaró que “el fascismo hizo muchas cosas por Italia”, al igual que Bolsonaro defendiendo logros de la última dictadura de Brasil o Trump, todos comparten un escenario propicio para la disrupción: el fin del mundo bipolar del siglo XX, donde la palabra libertad, con prensa y Justicia independientes, estaba asociada a las palabras democracia y capitalismo versus lo opuesto del comunismo, mientras que en el ingreso al siglo XXI, donde reina el capitalismo con distintos grados de los otros componentes, se dinamitó ese orden. Sumado a la reducción del mundo físico por la revolución que produce la masificación de lo digital con todas sus oportunidades y alteraciones que genera en la política y las relaciones humanas.
Escribí estas columnas desde Gran Bretaña, adonde la fundación Open Society tuvo que mudar su central al cerrar la de Hungría, y donde el 29 de marzo comenzaría a aplicarse el Brexit, haciendo que probablemente el país pierda una de sus tres naciones, Escocia, ya que en los anteriores referendos estuvo cerca de conseguir su independencia pero ahora, con la posibilidad de ser parte de Europa y no de Gran Bretaña, puede ganar el separatismo. Es decir, un mundo donde las categorías recientes implosionaron.
Un mundo que Macri no alcanza a comprender y que lo dejó perplejo en 2017, cuando el dólar pasó de 17,35 pesos de mediados de diciembre a 40 en pocos meses. Y sigue no comprendiendo al declarar desde Villa La Angostura que “no puede arreglar setenta años de fiesta en tres” cuando la mayoría se pregunta a qué fiesta se referirá, si a la de su familia. O cuando dice no entender por qué lo critican por estar de vacaciones tres semanas seguidas, algo que no ya los gobernantes sino los CEO exitosos no se permiten cuando están en batallas importantes.
Así como en parte por el contexto internacional subieron el riesgo país y el dólar, ahora bajan por lo mismo. Como se dijo en columnas anteriores, Bolsonaro y el propio Trump son una impredecible amenaza y a la vez una oportunidad para Macri.