La pauta salarial de las consultoras y el llamado a Moyano para la mesa logística
—¿Hay techo salarial de 23%?
—No tenemos metas de inflación. Nuestro programa es de agregados monetarios. La discusión de la pauta salarial se basa en la capacidad de absorción de cada sector. Un sindicato puede pedir el 45%, pero si el sector lo acepta y no lo puede absorber por rentabilidad o precios, impacta en el empleo.
—¿O sea que no hay techo? —En los hechos funciona así: las empresas, antes de negociar, hablan con los consultores. Me pasaba en mi otra vida. Miran el REM, miran el presupuesto del Estado. Y a partir de ahí cada uno elabora sus perspectivas de mercado, si exportan o atienden mercado interno.
—Nada mejor que venir entonces de la consultora Abeceb, que armaba casi todos esos informes.
—Cada uno va a empezar a mirar su baraja. Y el sindicato va a mirar también las dos variables, ingreso y empleo. Nosotros decimos que con mayor estabilidad de precios, prefiero cláusulas de revisión y no gatillo. Si firmás en enero, ponés cláusula de revisión a seis meses.
—¿Van a avanzar con una reforma laboral?
—El tema reforma laboral es como un gran texto donde no se define el contenido. Como sociedad y como gobierno, tenemos que discutir cuestiones que hacen al futuro del empleo, de las relaciones laborales y de la producción. Vertiginosamente están cambiando las formas de producción en el mundo. Por otro lado tenemos el desafío de corto plazo, que son los trabajadores informales, sin cobertura social. Las mesas sectoriales son un buen indicador para empezar a avanzar y romper la desconfianza de los que creen que hacer reformas es ir contra derechos adquiridos o por otros que dicen que por culpa de las normas que tenemos no pueden hacer nada.
—¿Pero irán por el Congreso?
—Voy a avanzar en acuerdos sectoriales. Pero con el 30% de empleo informal, obviamente voy a tratar de in- sistir en que la ley de blanqueo laboral salga. Si no es un tema de justicia social blanquear trabajadores, no puedo quedarme callado.
—¿Su diagnóstico es que la mano de obra en la Argentina es cara?
—Más que mano de obra o salario, es el costo laboral, que en la Argentina está por encima de países con los que competimos.
—¿Aun después de que el dólar pasa de 20 a 40 pesos?
—Con algunos bajamos la brecha. Estamos aún por encima de México. Estamos, según la categoría, cabeza a cabeza con Brasil, a pesar de que bajó la brecha. Hay tres componentes. El primero es el salario. La Argentina es un país de ingresos medios y altos. Comparado con Perú, Chile, Brasil y México, son más altos. Los costos extrasalariales, como el ausentismo o la judicialización o las regulaciones, aumentan los costos. Y el otro componente es la productividad de la mano de obra. Hay un costo laboral alto porque tiene productividad muy baja.
El costo laboral en Alemania seguro es más alto que en la Argentina pero tienen tal productividad que les permite exportar. Esto siempre en los últimos cuarenta años lo hemos corregido devaluando. Hacés pomada el salario y te deja saldo exportador.
—Lo acabamos de hacer. —Pero por eso te digo. No se tocaban los costos extrasalariales y mejora la productividad. La devaluación fue una corrupción del tipo de cambio. Nosotros queremos trabajar en mejorar costos extrasalariales y la competitividad sistémica, como con la desburocratización. En 2019 será un 1% del PBI que el empresariado dejó de pagarle al Estado por trámites y gestiones.
—¿Los sindicalistas presos lo favorecen para avanzar con las reformas laborales para bajar costos?
—Más que mano dura, es clave que limpiemos de corrupción todos los sistemas. Cuanto más transparentes, más claros y las reglas sean más estables y transparentes en el tiempo, eso también mejora la productividad. Esos casos donde tenés algún empresario, funcionario o sindicalista detenido, fue por cuestiones de corrupción que generan costos extras en una matriz de producción de una empresa.
—¿Qué mesa sectorial le falta?
—Las últimas mesas que convocamos fueron la exportadora y la de logística. Uno de los factores claves son los costos logísticos. En la región, en alimentos y bebidas, el costo logístico es el 13%, acá es el 25%. —¿Convocaron a Moyano? —Lo convocamos. Había dicho que sí, y no vino. Queremos que participe porque es clave. Seguramente va a participar.