Restauran el edificio del Mercado del Progreso para que atraiga más turistas
Resaltarán el estilo art déco del predio, que cumple 130 años. Buscan que se integre al circuito de mercados gastronómicos, como el de San Telmo o el futuro de Los Carruajes.
El próximo viernes 11 se conocerá al ganador del llamado a licitación que realizó el gobierno porteño por la restauración y puesta en valor de la fachada de uno de los emblemas de Caballito: el Mercado del Progreso, frente a la plaza Primera Junta.
Con la mirada puesta en la celebración de los 130 años de su fundación, que se cumplen este año, el tradicional mercado de Caballito será objeto de un aggiornamiento que apunta a resaltar su estilo art déco a partir de diferentes tareas de limpieza y conservación, en especial de las clásicas letras que se ven sobre el frente que mira hacia la avenida Rivadavia.
El plan prevé también mejoras en la iluminación. La obra, que se estima comenzará en marzo próximo, cuenta con un presupuesto de $ 12 millones y un plazo estimado de seis meses, según informan desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, cartera a cargo de las refacciones. El mercado está compuesto por 174 puestos en el interior y 17 locales comerciales que dan a la calle. Además de los puestos de verduras, carnes y pescados, también se pueden comprar algunos productos elaborados. En el listado de comercios también figuran desde un bazar, una mercería (de las de antes) y hasta una gran pizzería, entre los locales que dan a la calle. El sitio fue declarado de Interés Cultural en 2001. “El proyecto busca destacar el valor urbanístico, patrimonial e histórico de la fachada de uno de los centros comerciales más importantes del espacio público de Primera Junta”, aseguraron desde ese ministerio.
Una recorrida de PERFIL por el lugar permitió conocer algunos detalles del mercado que es elegido por reconocidos chefs como Narda Lepes y Donato de Santis, entre otros, para elaborar sus propuestas gastronómicas. La arquitectura interior del mercado remite a los típicos espacios de compra venta de productos frescos de Londres, París o Madrid, donde el hierro fundido gana presencia tanto en los puestos como en las estructuras que sostienen el techo del lugar. “La esencia del mercado fue mantener la calidad de los productos que se venden”, aseguró Miguel Heredia, presidente de la comisión directiva que regula el lugar. “Nos ajustamos a lo que dice el estatuto interno y así pudimos mantenernos. Nuestro diferencial se basa en la posibilidad de vender productos de primera calidad, lo cual nos permitió fidelizar al cliente”, agregó el presidente de la CD.
Capital ‘foodie’. La recuperación del Mercado del Progreso, al menos de su fachada, se suma a la movida similar que se está llevando a cabo en espacios similares tales como el Mercado de San Telmo o del futuro Mercado de los Carruajes, que si bien son de capitales privados cuentan con el aval de la Ciudad para erigirse como puntos de venta de productos comestibles de relevancia y que tienen por finalidad instalar a Buenos Aires como Capital Gastronómica de América Latina.
En este sentido, desde el Ejecutivo porteño la apuesta también pasa por el reposicionamiento de los mercados de Belgrano, San Nicolás y Bompland, en la zona de Palermo, que están bajo su órbita.
Del mismo modo que el futuro Mercado del Barrio 31, que abrirá sus puertas en marzo de este año con 32 locales comerciales en un total de 3.500 m2. Un espacio que era utilizado como estacionamiento y taller de reparaciones de una empresa de micros de larga distancia.