Carrió renueva la pelea con la Corte.
Tras una reunión con operadores judiciales del Gobierno, prepara una embestida contra Lorenzetti y Rosatti para desarmar la nueva mayoría automática del Tribunal.
El Presidente apuntará a mantener las negociaciones en el Congreso, el gobernador a las últimas reformas en el orden judicial y el intendente deberá contener a los díscolos.
El año legislativo para el presidente Mauricio Macri, el gobernador Juan Schiaretti y el intendente Ramón Mestre, atravesará diferentes realidades en el ámbito legislativo Mientras el titular del Ejecutivo provincial ya pasó por la Unicameral los proyectos más polémicos durante el 2018 que recién termina, y lo hizo contando con una mayoría absoluta que no le revistió problema alguno, Macri y Mestre debieron acudir a negociaciones en el Congreso y el Concejo Deliberante, respectivamente, para sortear los obstáculos que les presentó la oposición.
Como cada año electoral, la actividad en los poderes legislativos suele mermar de manera inversamente proporcional al que va creciendo al ritmo de la campaña. Por ende, y sobre todo en el Congreso nacional, las espadas parlamentarias de cada bloque suelen concentrar su atención en las urnas. Previo acuerdo con el resto de las bancadas.
Reforma judicial en agenda. En la Provincia, la actividad comienza en unas semanas cuando el gobernador Schiaretti realice la apertura de sesiones ordinarias el próximo 1 de febrero, en una Legislatura que por ahora parece no tener mudanza al frente del Panal.
Entonces, en el antiguo recinto se espera que el discurso del primer mandatario provincial esté centrado en un repaso de la gestión y con miras a la campaña: planes sociales, políticas de seguridad y obra pública, con párrafos específicos para el cierre de Av. Circunvalación y los gasoductos troncales que acaban de concluir. Es lo que empezará a preparar el equipo de Schiaretti en los próximos días.
Por lo tanto, lo que se puede desprender en términos de ingreso de proyectos legislativos son aquellos que completan la reforma judicial que anunció el Ejecutivo en diciembre de 2017.
Durante el período que recién termina el oficialismo, en conjunto con la mayoría del arco opositor, logró aprobar la mediación, reforma de la oralidad en el proceso civil y la celeridad en los juicios laborales. Tres de los seis temas que sobre el final del 2017 había anunciado el oficialismo.
En agenda para este año quedaron la modificación del Código Procesal Penal, la implementación de la Justicia vecinal y la inclusión del proceso monitorio en el campo civil. La celeridad de estas cuestiones dependerá del ingreso del debate a la Comisión de Legislación General que conduce el legislador de Unión por Córdoba (UPC), Julián López.
Asimismo, y en términos de impacto judicial, durante una de las últimas sesiones del año se aprobó también la Ley del Arrepentido. Proyecto que presentó el opositor Javier Bee Sellares (UCR) pero que logró el consenso del PJ para que pudiera transformarse en ley antes de concluir el período 2018.
Hay dos diferencias centrales con lo sancionado hace poco más de dos años en el Congreso en torno a la figura del arrepentido: la primera, la posibilidad de cumplir con prisión en caso de incurrir en el falso testimonio; la segunda, el embargo de los bienes del arrepentido que se originen en la corrupción.
Mestre y los “díscolos”. “Algunos muchachos están pasados de rosca…”. La frase corresponde a un miembro de la oposición en el Concejo Deliberante que vio, a lo largo de buena parte del 2018, cómo el oficialismo expuso sus fricciones dentro de la bancada.
Desde la polémica en torno a la basura, la modificación de la ordenanza y el bloqueo a Uber hasta los convenios urbanísticos que se trataron en la última maratónica semana de sesiones extraordinarias, tuvo al bloque del oficialismo en plena ebullición. Y a una oposición testigo de cada enfrentamiento.
Dentro del bloque Juntos por Córdoba los roces comenzaron a principios de año con las designaciones para la presidencia provisoria del cuerpo y se extendieron hasta el final. La bancada tiene dos macristas (uno de ellos, Abelardo Losano, más incontrolable que Aníbal de Seta) y además representantes de distintas vertientes de la UCR: desde Juan Negri a los nicolasistas. Panorama sobre el que Mestre deberá tener el control antes del inicio de las sesiones ordinarias el 1 de marzo.
Macri y el último tirón. En el Congreso, el oficialismo iniciará su cuarto período sin mayoría. Aún así, logró el respaldo del peronismo dialoguista para obtener la aprobación de proyectos complejos.
El 2019 puede ser distinto. Las ambiciones son muchas y cada escala que la política nacional haga en Diputados o el Senado, será con polémica. Sobre todo con el kirchnerismo y el PJ Federal pretendiendo marcar la cancha desde el Congreso.
El año que terminó abrió una grieta en todos los bloques con la discusión por el aborto. El reingreso de ese debate –posibilidad que barajan algunos, aún en el año electoral– enciende una luz de alerta.