Los salvavidas de la economía cordobesa en el primer semestre
La concentración del gasto público y la expectativa de crecimiento en países de destino de las exportaciones, actuarán como alicientes en el corto plazo.
En el final de 2018 los principales indicadores de desempeño de la economía evidenciaron múltiples resultados negativos. La sucesiva publicación de datos estadísticos sobre pobreza, desempleo, actividad industrial, consumo de las familias, patentamiento de vehículos, consumo de combustibles y otros, delinearon un panorama desalentador.
El sector real de la economía se desploma mientras subsiste un esquema de contracción monetaria y altas tasas de interés que contienen al dólar, pero demuelen el consumo de las familias y el acceso al crédito de las pymes. El presupuesto nacional para el corriente año aspira al déficit primario cero y estima una caída del PBI del 1,6%.
Aún así, no sobrevino el estallido social que se vaticinaba para diciembre, fundamentalmente porque el Gobierno nacional contuvo –mediante transferencias directas– a las organizaciones sociales que cuentan con mayor presencia territorial y capacidad de movilización en el Conurbano bonaerense.
Impacto local. Los indicadores socioeconómicos mostraron que Córdoba no resultó ajena a la recesión. Datos gubernamentales y estudios privados arrojaron cifras preocupantes que activaron una mayor intervención del Estado provincial.
En el cierre de 2018 el gobierno reforzó la estructura de desembolsos a través de programas como microcréditos, apoyo a la autoconstrucción y el adicional navideño de la tarjeta social. La recesión nacional indefectiblemente arrastra a la Provincia: el interrogante es hasta cuándo y con cuánta intensidad. Por lo pronto, en el inicio del año queda descartada la posibilidad de que la recuperación se apuntale en el consumo privado. Sin embargo, hay dos sectores que podrían sostener la caída de la economía provincial en lo inmediato: la demanda externa y el gasto público. El frente externo. La distención arancelaria acordada entre Estados Unidos y China durante la cumbre del G-20 en Buenos Aires disipó el riesgo de una guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo. A esta condición general se suma un factor de particular interés para Córdoba y es que los principales destinos de las exportaciones tienen un panorama económico positivo en 2019.
La producción agropecuaria y las manufacturas industriales que se exportan desde la Provincia tienen como principales destinos a Brasil, China, Vietnam, Países Bajos, Chile y Argelia. Este conjunto de países proyectan para 2019 un crecimiento de su PBI que va desde el 6,5% de Vietnam, hasta el 2,6% de los Países Bajos. Así, la demanda externa sostenida por el crecimiento de esas economías permitirá a los sectores exportadores locales amortiguar la crisis.
Consideración especial merece el caso de Brasil. Es el principal destino de las exportaciones cordobesas y se espera que su economía crezca el 2,4% durante este año. Y si bien las primeras declaraciones del presidente Jair Bolsonaro sembraron dudas sobre el fututo del Mercosur, cualquier cambio en las reglas comerciales no sería inmediato.
Aunque el nuevo presidente brasileño impulsa una perspectiva bilateral del comercio internacional, la reciente renegociación del Nafta entre Estados Unidos, Canadá y México impulsada por Donald Trump puede ser su modelo a seguir: tensar en lo discursivo y acordar en lo institucional. La inminente reunión Bolsonaro-Macri el próximo miércoles ayudará a dilucidar estos interrogantes.