MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES
Entre los 30 futbolistas extranjeros que Talleres y Belgrano sumaron en sus actuales gestiones deportivas, se destaca la presencia de 16 delanteros. El dato es elocuente y marca a las claras no solo cuál ha sido la mayor carencia de los dos equipos cordobeses sino también la dificultad que implica conseguir players “buenos, bonitos y baratos” para las posiciones de vanguardia.
En ese sentido, hay otro número que habla por sí solo: entre los 13 atacantes foráneos que ya jugaron (se excluye a Moreno, Cuero y Uribe Francia) marcaron 24 goles, lo que representa un promedio de 1,8 por jugador.
Con cuatro conquistas en 11 encuentros, “el Pelado” Santiago Silva es quien puede jactarse de tener el mejor boletín, aunque un oneroso contrato en dólares y una escasa integración al plantel sellaron su suerte en barrio Jardín tras una estadía de cuatro meses. Otro uruguayo, Junior Arias, lleva nueve goles en dos temporadas con la camiseta albiazul.
Condicionado por las lesiones, el colombiano Valoyes jugó poco y marcó nada. También les faltó continuidad y festejos al venezolano Samuel Sosa y al paraguayo Brian Montenegro, jugadores por los que se realizó un desembolso de US$1 millón.
El ecuatoriano Joao Rojas se marchó meses atrás hacia San Pablo con apenas un gol, el mismo registro del chileno Carlos Muñoz en 2016/2017.
Pero los que rompieron el molde en Talleres fueron el colombiano “Superman” Pajoy, quien en 2016 permaneció tres meses en el club y se marchó sin jugar ni un minuto, y el nigeriano Okiki Afolabi, que en 2017 tuvo su debut y despedida de la primera albiazul jugando un tramo de un encuentro ante Estudiantes de La Plata.
Por el lado de Belgrano, el paraguayo Epifanio García fue “el mejorcito” de los atacantes de afuera: cuatro goles en 17 partidos. Más atrás se ubican tres uruguayos que quedaron en deuda: Jonathan Ramis (dos tantos en 23 juegos), Mauro Guevgeozian (dos conquistas en 11 participaciones) y Adrián Balboa, con apenas un festejo en la presente Superliga.