Especialistas explican que los rayos de sol y los desinfectantes inactivan al virus Hanta
Su característica principal es su larga cola, que supera en centímetros a su cuerpo. De allí recibe su nombre el ratón silvestre colilargo. Desde hace décadas, varios grupos de científicos argentinos estudian la ecología de estos roedores que pueden transmitir el síndrome pulmonar por hantavirus (SPH). “Estos roedores son nativos, no son exóticos. O sea que son parte de la fauna natural del ambiente”, le explicó a PERFIL Isabel Gómez Villafañe, del Laboratorio de Ecologia de Poblaciones EGE-Iegeba.
La investigadora del Conicet junto a su equipo realizó un estudio de esos animales en tres parques nacionales de la Argentina con el fin de identificar las áreas en que se encontraban. “Se vio que estos reservorios de SPH no se encuentran en todos los ambientes del parque sino en algunos de ellos, más cerca de la ribera, del camping y tienen una dinámica poblacional que varía bastante, no es como otras especies de ratones”.
Estos roedores habitan lugares naturales, agrestes, que tienen mucha vegetación. Por eso en los centros de las ciudades, no están presentes. “No todos los individuos de la especie tienen el virus. Por lo general, vimos que en promedio solo el 10%. Aunque hay épocas que puede llegar al 40%. A su vez vimos que tienen más probabilidad de tener el virus los machos que las hembras y los adultos más que los juveniles”, explicó Gómez Villafañe.
La investigadora Luciana Piudo, de la Dirección de Ecosistemas Terrestres del Centro de Ecología Aplicada de Neuquén, estudia cómo la floración masiva de la caña colihue produce una semilla que sirve como alimento para el ratón colilargo
principal reservorio del virus Andes Sur. “La floración desencadena un fenómeno llamado “ratada”, de haber cien roedores por hectárea pasa a haber mil. Esto ocurrió en 2001 en Neuquén y en 2010 en Río Negro. Ahora en el sur de Neuquén está florenciendo la caña y estamos haciendo estudios para ver qué va a pasar con la población de roedores”, sostuvo.
Las especialistas aclararon que no está creciendo el número poblacional de estos ratones a través del tiempo, sino que tienen su ciclo que varía año a año y remarcaron que en la Argentina el hantavirus es endémico en cuatro regiones: Norte (Salta, Jujuy), Centro (Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos), Noroeste (Misiones) y Sur (Neuquén, Río Negro y Chubut).
¿Cómo prevenir el contagio del virus? “Si uno ve un roedor, no hay que tocarlo o agarrarlo, hay que poner cebos o venenos. Si encuentran ratones muertos, hay que rociarlos con lavandina y agua y dejarlos un rato. Después meterlos en doble bolsa para descartarlos”, recomendó Gómez Villafañe. “Si uno va de vacaciones a una cabaña que estuvo cerrada todo el invierno o se mete en un galpón, lo primero que hay que hacer es abrir y airearla. Que le entre el aire y el sol. Y después de eso hay que limpiarla en húmedo. El virus se inactiva con cualquier detergente, lavandida y con los rayos de sol”, agregó.
Para Piudo es fundamental tener una vivienda libre de roedores, ya que el ratón colilargo prefiere los ambientes peridomiciliarios. “El virus vive más en lugares cerrados donde no da el sol”, finalizó.n
“Estos roedores son nativos, no exóticos. Son parte de la fauna natural
del ambiente.”