Primera denuncia de corrupción involucra a uno de sus hijos
A menos de un mes llegar al Palacio del Planalto, el presidente Jair Bolsonaro se enfrenta a su primera crisis de gobierno, acorralado entre la lealtad a la familia y su promesa de “tolerancia cero a la corrupción”.
El Consejo de Control de Actividades Financieras (COAF) detectó varios depósitos bancarios sospechosos realizados en una cuenta de su hijo, el senador electo Flavio Bolsonaro.
El caso, que involucra a Fabricio Queiroz, ex empleado de los Bolsonaro, es investigado por la fiscalía de Río de Janeiro.
Entre junio y julio de 2017 se efectuaron unos 48 depósitos en efectivo en una cuenta del hijo del presidente, por un total de 96 mil reales, unos 30.600 dólares al cambio actual.
Los depósitos fueron realizados siempre por el mismo valor, dos mil reales, y desde el mismo lugar, un cajero automático ubicado en la Asamblea Legislativa de Río, cuando Flavio Bolsonaro era diputado.
Las operaciones detectadas se realizaron en cinco días con diferencia de minutos, llegando a un récord de 15 depósitos en 6 minutos, el 13 de julio de 2017.
El hecho de que las operaciones sean por varios montos menores despertó la sospecha sobre el origen del dinero.
“Soy el mayor interesado en esclarecer todo”, declaró Flavio Bolsonaro y aseguró que va a colaborar con “transparencia y respeto a la ley”. Sin embargo, el jueves la Corte Suprema dio lugar a un requerimiento del Senador electo, para suspender la investigación hasta después de su ingreso en el Congreso, en febrero próximo.
Por su lado, Queiroz nunca se presentó a declarar ante la Fiscalía de Rio de Janeiro, alegando problemas de salud. Para el Fiscal General, no es necesario su testimonio, ya que igual se puede formular la denuncia, teniendo pruebas suficientes.n