Defendió a los chalecos amarillos y el martes espera salir de prisión
Las marchas de los chalecos amarillos en París siguen generando problemas para Emmanuel Macron. El próximo martes todo el país estará atento a si el boxeador Christophe Dettinger recupera la libertad o continúa detenido hasta su juicio. El pasado 5 de enero, en plena protesta, noqueó a dos policías que estaban golpeando a un grupo de manifestantes. Por sus actos se ganó el repudio de los políticos y terminó en prisión. Sin embargo, también recibió un inesperado apoyo de la sociedad y en Francia se convirtió en un símbolo de la lucha social.
Dettinger fue campeón de boxeo de Francia en 2007 y en 2008 en la categoría semipesado. En el ámbito deportivo se lo conoce como el Gitano de Massy, localidad donde nació y vive. Desde su retiro se dedica a dar clases y entrenar a futuros boxeadores. “Reaccioné mal y no estuvo bien lo que hice. Pero fue en defensa de la brutalidad policial que estábamos recibiendo”, explicó en un video el lunes pasado antes de entregarse voluntariamente a la Justicia.
Al conocerse la noticia, en toda Francia se inició una campaña de solidaridad por él. Tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación se lo tomó como un referente de la lucha que llevan adelante los chalecos amarillos y esto trajo problemas al gobierno ya que hay más marchas pidiendo por su liberación. Además se inició una recaudación de fondos para pagar sus gastos legales porque él no cuenta con los medios para hacerlo. En apenas tres días 8 mil personas donaron un total de 120 mil euros que serán transferidos a la cuenta de su abogado para pagar su defensa.
“Nuestro objetivo es apoyar a su familia y mostrarle la solidaridad del pueblo de los chalecos amarillos, del verdadero pueblo francés”, indicaron desde la organización. Varios ministros de Macron denunciaron la iniciativa so- lidaria y expresaron que Dettinger debe ser castigado por sus actos. Por ejemplo, Muriel Penicaud, ministra de Trabajo, calificó la campaña de “incomprensible” mientras que Marlene Schiappa, titular de Igualdad, expresó que “contribuir con una recaudación de fondos para apoyar a alguien que atacó a un oficial equivale a ser cómplice de estos graves actos de violencia”.
Esto enfureció aún más a quienes organizan las manifestaciones. Por lo pronto anunciaron que el próximo martes estarán presentes en la audiencia que definirá si el boxeador continúa detenido o espera el juicio en libertad. El mismo será el próximo 13 de febrero y los cargos que se le imputan tienen una condena de hasta siete años de prisión. Las autoridades del gobierno señalaron que dejarán a la Justicia actuar pero están tomando medidas de contención por si la definición del juicio no es a favor de Dettinger. Por ese motivo destinaron varias decenas de policías para custodiar el ingreso a los tribunales durante la audiencia.