Las tabacaleras reorientan su negocio
Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), la importación, venta, comercialización y publicidad del cigarrillo electrónico y sus accesorios están prohibidas. Dicha disposición fue ratificada en 2016 tras actualizar la evidencia científica disponible.
Sin embargo, la oferta de vaporizadores prolifera por internet y hasta se vende en muchos locales, como gimnasios, A nivel mundial, las nuevas leyes de control del tabaco y el declive de las ventas han impulsado a las tabacaleras a rediseñar sus productos. El más grande y claro ejemplo de esto es la inversión de 12.800 millones de dólares que Altria Group, fabricantes de los cigarrillos Marlboro en EE.UU., está haciendo en Juul, una joven compañía que fabrica un peculiar cigarrillo electrónico de diseño muy similar a una memoria USB. Este enfoque tecnológico, apoyado en un diseño atractivo, hizo que a finales de 2017 Juul se convirtiera en el cigarrillo electrónico más popular de los Estados Unidos, con una participación de mercado de 72%. puertas adentro. “El cigarrillo electrónico no debiera ser un producto que no fuera regulado de la misma manera que el cigarrillo convencional. El problema es que la estrategia de venta a través de internet y las redes sociales salta todo tipo de restricción. No hay autoridad de ejecución de la prohibición”, le explicó a PERFIL Gustavo Zabert, socio fundador de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y presidente de la Asociación Latinoamericana del Tórax. La reducción de daños es el nuevo lema de las compañías. Ese es el caso de Philip Morris International (PMI) con IQOS (I-QuitOrdinary-Smoking), un dispositivo de tabaco sin combustión que “no genera humo ni ceniza”. Según los estudios de la compañía, “el vapor de IQOS contiene entre 90% y 95% menos de componentes tóxicos o potencialmente tóxicos, comparado con el humo del cigarrillo”. Para el CEO Global de PMI André Calantzopoulos, la visión de la empresa es “convencer a todos los fumadores adultos actuales, que tienen la intención de seguir fumando, a que se cambien a los productos libres de humo lo más pronto posible”.
“Los dispositivos se publicitan por las redes sociales. La industria utiliza estas formas de marketing directo para ingresar esos productos. Y los jóvenes son los primeros persuadidos del uso”, sostuvo por su parte Marita Pizarro, codirectora ejecutiva de la Fundación Interamericana del Corazón Argentina, quien además alertó que en el país los adolescentes se inician en el consumo de tabaco muy precozmente, a los 12 años, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo.
Dentro de la nueva generación de vapeadores, la “vedette” son los unos dispositivos con aspecto de USB. El más conocido es Juul, que ya copa más de la mitad del mercado de los cigarrillos electrónicos en EE.UU. (ver recuadro). “Vienen con distintos sabores y apunta a los jóvenes. Los chicos lo consumen como si fuera una novedad, no tóxico y lo desean de la misma manera que un celular de alta gama. Compiten por llegar a esto y se