Baja el número de manifestantes de los chalecos amarillos
Ayer fue otro día de manifestaciones masivas en todo el territorio francés del movimiento de chalecos amarillos. El número de manifestantes sigue siendo alto, 69 mil personas, 4 mil en París. También hubo escaramuzas con la policía. Pero el dato político es que una vez que algunos de los líderes del movimiento manifestaron su voluntad de presentarse a las próximas elecciones, empezó a reducirse el número de personas dispuestas a salir a la calle. De la última de las manifestaciones –la de la semana anterior– a hoy, el cambio es significativo.
El Ministerio del Interior contabilizó 69 mil manifestantes en todo el país, frente a 84 mil la semana pasada. En París se contabilizaron 4 manifestantes, frente a 7 mil el sábado pasado.
Hasta ahora, los chalecos amarillos seguían con una alta adhesión en las calles, pese a la aparición de las primeras divisiones internas tras el lanzamiento por parte de algunos miembros del colectivo de una lista para concurrir a las elecciones europeas. En la marcha de ayer, esas diferencias se hicieron más notables.
El nuevo movimiento político sería la Reunión de Iniciativa Ciudadana (RIC) y se presentaría en las elecciones europeas del 26 de mayo.
La lista está encabezada por Ingrid Levavasseur, una enfermera de 31 años, una de las figuras del movimiento contestatario que sacude a Francia desde hace dos meses, y entre sus candidatos figuran un empresario, una ama de casa y un funcionario, de entre 29 y 53 años.
Las perspectivas electorales son menos ambiciosas que la potencia que demuestra el movimiento en la calle. Según una encuesta, la lista de chalecos amarillos obtendría 13% de los votos, detrás del partido presidencial La República en Marcha (centro, 22,5%) y el movimiento de extrema derecha Reunificación Nacional de Marine Le Pen (17,5%).
Marc, un jubilado de 64 años que reside en un suburbio parisino, siguió protestando, aunque el giro político que está tomando el movimiento “le da miedo”. “Nos estamos dispersando, deberíamos habernos quedado unidos”, señaló decepcionado.
Fuera de París, varios miles de manifestantes se echaron también a las calles al grito de “¡Macron dimisión!” en Burdeos y Toulouse, dos bastiones de los chalecos amarillos en el suroeste de Francia, donde en las últimas semanas las protestas derivaron en enfrentamientos.
También en Marsella, miembros del sindicato CGT se unieron a las protestas y cerca de un millar de manifestantes protestaron en la ciudad oriental de Lyon. En el norte, las autoridades de la ciudad de Evreux, Normandía, informaron de incidentes y daños en la sede del Banco de Francia y en una comisaría de policía.
Por primera vez, la policía antidisturbios que utiliza lanzadores de balas de goma fue equipada con cámaras adheridas al cuerpo, tras una polémica sobre el uso de esta arma no letal tras graves lesiones sufridas por varios manifestantes. El rol de la policía en la represión también afecta al presidente de la república.