El creador de la estatua de Néstor K que quieren devolver está “apenado”
Jerónimo Villalba se hizo escultor tras los pasos de su padre, creciendo con el oficio de la madera y la arcilla. Luego llegaron Bellas Artes y numerosas obras y monumentos propios por todo el país. En 2015, dio vida a la estatua de Néstor Kirchner que hoy vigila la sede de la Unasur, en Ecuador. La misma que el gobierno de Lenin Moreno pretende devolver tras salirse del bloque. —¿Cómo tomó la noticia? —Apenado. Como artista, ese es mi sentimiento. Se mezclan los juegos de la política con una obra cuya intención era darle un carácter más histórico a la construcción de Unasur, un marco. Conozco del arte y sé cómo se han modificado obras arquitectónicas incluso aquí, en Buenos Aires, aunque nunca pensé que me iba a pasar.
—¿Se arrepiente de hacerla? —Para nada, no me arrepiento, todo lo contrario. Me siento orgulloso de haber hecho una obra que conmemore a Néstor Kirchner en Unasur. Pero no deja de sorprenderme cómo todo puede darse vuelta y, de repente, cambia totalmente la cosmovisión de hermandad entre los países y ahora es todo lo contrario. Había buenas intenciones en lograr Unasur. Yo estuve en la inauguración y se sentía un empuje social muy grande detrás, de querer unir culturalmente a los países sudamericanos, no desde un lugar comercial sino desde otro lugar. Mirá lo que pasa hoy en Venezuela. Si estuviera Unasur, y no estuviera politizada, ni de un lado ni del otro, podría haber participado en la solución del conflicto. Hoy ya no tiene peso y no puede siquiera opinar.
—¿Cree que hay una grieta en la política regional?
—Lo veo como una jugada política, un cambio de paradigma en Sudamérica. Yo no milito, ni lo hice durante la