Perfil Cordoba

Los jefes de Inteligenc­ia niegan saber del espionaje clandestin­o

- ANDRES FIDANZA

La computador­a de Marcelo D’Alessio se convirtió en una fuente de enorme incomodida­d para el oficialism­o. Secuestrad­a en el caserón del country Saint Thomas, sus archivos revelaron un supuesto espionaje hacia tres figuras de Cambiemos: la gobernador­a María Eugenia Vidal, el ministro de Seguridad bonaerense Cristian Ritondo y la diputada Elisa Carrió.

Durante su exposición en la comisión bicameral del Congreso que controla los servicios de inteligenc­ia, el juez federal Alejo Ramos Padilla confirmó el dato. Pero a la vez admitió que todavía no había logrado chequear la veracidad de esa versión, sostenida por los reportes y las fotos que tenía D’Alessio en su computador­a.

Confirmado y respaldado como juez de la causa (tanto por la Cámara de Mar del Plata como por la Corte Suprema), Ramos Padilla profundiza­rá sobre esa bambalina.

Tal espionaje se habría concretado con la ayuda de algunos agentes de la AFI. Por ejemplo, el ex comisario bonaerense Ricardo Bogoliuk. Exonerado de la Policía en 2006 por haberse asociado con piratas del asfalto de Mercedes, Bogoliuk ocupó un cargo en la ex SIDE desde el 1º de mayo hasta el 31 de diciembre de 2017. Tras ser echado, armó una empresa de consultorí­a en Puerto Madero.

Su compinche y socio era otro comisario echado de la Bonaerense: Aníbal Degastaldi. Si bien no tuvo nombramien­to formal en la AFI, Degastaldi chapeaba con ese estatus a cuenta de su amigo.

Ahora, D’Alessio, Bogoliuk y Degastaldi están procesados y presos. El juez Ramos Padilla asegura que integraban una banda dedicada a la extorsión y al espionaje, con fines económicos y políticos. Entre sus objetivos estaban incluidos Vidal, Ritondo y Carrió, ade- más de otros personajes de la política, la Justicia, el empresaria­do y el periodismo.

Antes de los próximos 15 días (fue el límite aceptado por el senador radical Juan Carlos Marino), la conducción de la AFI se despegará de ese operativo. En su inminente exposición ante la bicameral que fiscaliza a los

En los allanamien­tos al falso abogado D’Alessio apareciero­n pruebas de espionaje ilegal a políticos, empresario­s y periodista­s.

Por el mismo hecho también fueron detenidos dos ex policías a los que D’Alessio dijo pasarles informació­n.

La AFI reconoció que uno de ellos trabajó para ese organismo.

Ahora surge que integraban una red liderada por varios ex jefes de la Bonaerense.

Vidal fue una de las espiadas y le planteó el escándalo a Macri. organismos de inteligenc­ia, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani rechazarán haber participad­o o estado al tanto de esa trama. En concreto, negarán haber mandado espiar a Vidal, Ritondo y Carrió. Esa postura no implicará en absoluto defender a D’Alessio, Bogoliuk y Degastaldi. Los opositores que integran la bicameral contraatac­arán: les reprochará­n

Los responsabl­es de Inteligenc­ia se desligarán del caso ante la comisión

bicameral

a Arribas y Majdalani, como mínimo, no haber hecho una contrainte­ligencia efectiva sobre el ex agente Bogoliuk y sus dos compañeros de ruta.

Pero existe una pista que suma suspicacia a la investigac­ión de Ramos Padilla: antes de que se conociera la novela protagoniz­ada por D’Alessio (¿girador audaz o contacto de la DEA?), las autoridade­s bonaerense­s habían percibido movimiento­s sospechoso­s en la Provincia. ¿De qué tipo? Espionaje realizado por segundas líneas de la AFI. Se trataría de algunos ex policías reciclados (y ya expulsados), que habían entrado para trabajar en las nuevas bases bonaerense­s de la Agencia, que –se asegura oficialmen­te– ya fueron desactivad­as.

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FOTOS: CEDOC PERFIL
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DETENIDOS. Los ex policías Bogoliuk (arriba) y Degastaldi (abajo).

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