El Califa hoy es un prófugo en el desierto
Abu Bakr Al-Bagdadi, el hombre más buscado del mundo, perdió su califato y se esconde en el desierto sirio, mientras su Estado Islámico es un puñado de células clandestinas.
Quien un día presidiera los destinos de 7 millones de personas, en grandes extensiones de Siria y en casi un tercio de Irak, hoy solo dirige tropas dispersas que ni siquiera saben dónde está.
Estados Unidos ofrece 25 millones de dólares por la captura del jefe yihadista, de 47 años, cuya muerte se ha anunciado varias veces, sin que fuera confirmada.
El iraquí, que padece diabetes, resultó herido al menos una vez y sobrevivió a varios ataques aéreos.
Según especialistas en yihadismo, hoy solo acompañan a Al-Bagdadi tres personas: su hermano mayor, Jumuaa, su chofer y guardaespaldas, Abdelatif Al-Juburi, a quien conoce desde la infancia, y su mensajero, Seud Al-Kurdi.