“Es clave mostrar que se puede hacer cosas con sensibilidad social”
En 2007, Yeidckol Polevnsky vino a la Argentina a la asunción de Cristina Fernández cuando era senadora y todavía recuerda que buscaba sin éxito el teleprompter mientras la escuchaba en el Congreso de la Nación. “Me dejó impresionada cómo estructuraba su discurso, sin titubear”, comentó a PERFIL. Ahora es la presidenta del Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa), la fuerza que llevó a Andrés Manuel López Obrador al poder, además de su nexo con el Grupo de Puebla y el albertismo que hizo pie allí en julio pasado.
—¿Qué lugar ocuparía una alianza entre Argentina y México en el espacio progresista que se pretende reconstruir en Latinoamérica?
—Somos países con una historia, no es una relación nueva. Y nuestro presidente progresista ha demostrado que es posible llevar adelante un gobierno con todos y para el bien de todos, como diría José Martí. Los trabajadores, los empresarios, los intelectuales, todos cabemos en un programa progresista. Ahí creo que será muy importante que Alberto y AMLO caminen de la mano para mostrar que se puede hacer las cosas con mucha sensibilidad social, con mucha visión de bienestar para todos.
—La próxima semana se reunirá el Grupo de Puebla en Buenos Aires, ¿qué desafíos tiene hoy el progresismo en este contexto regional?
—Uno de los grandes retos que tienen los gobiernos progresistas es no solo hacer las cosas sino que se sepan; aprender a comunicar los grandes logros. La derecha es muy habilidosa para la mercadotecnia, para la publicidad. Y si tienen algún logro, saben difundirlo y hacerlo parecer mucho mayor de lo que realmente es. Pero también, si tienen una falla, la minimizan. Y cuando es de la izquierda, la magnifican. La izquierda sabe gobernar y conseguir logros importantísimos en su lucha contra el hambre, por ejemplo, pero no lo sabe difundir. Es una falla.
—En la Unasur convivieron gobiernos de signo opuesto. ¿Hay lugar hoy para semejante interacción?
—Hay que trabajar con todos los gobiernos, sean del signo que sean. No hay que aislarse porque los gobiernos cambian. Hoy, lo único permanente es el cambio, y es clave mantener la participación para no dejar espacios abiertos a los conservadores. El fracaso del neoliberalismo ya es una tendencia mundial: prometió mucho y no aportó nada, al contrario. Los ricos se hicieron más ricos y los pobres aumentaron en número y necesidades.
—¿Y cómo vislumbra la convivencia del eje AMLO-Alberto con el brasileño Bolsonaro?
—Muy compleja. En lo personal, me sería muy difícil tratar con un personaje que presenta al hijo con una metralleta y hace una comparación (con el hijo de Fernández) que es una falta de respeto a la diversidad sexual y las minorías y, a la vez, ensalza la violencia, la prepotencia. Estoy segura de que el presidente Fernández y López Obrador tendrán la capacidad de mantener una relación diplomática. Con Bolsonaro, más que paciencia, se trata de tolerancia.
“La izquierda sabe gobernar y conseguir logros pero no lo sabe
difundir.”