¿El pueblo nunca se equivoca?
Frente de Todos para mantenerlo unido, porque si hubiera ganado por mucho la soberbia podría haberlos tentado a más peleas internas.
La misma lógica es aplicable a las elecciones de 2015. El kirchnerismo ya estaba sin salida, entrando en lo que Marx llamaba el ciclo de farsa. Solo alguien con la popularidad deportiva del Macri de entonces podía juntar los votos de una parte de la clase baja necesarios para vencer al peronismo en un ballottage; parafraseando a Guillermo Calvo, “era lo mejor que le podía pasar a aquel país”. Macri fue también lo mejor para el peronismo, pudo volver a unirse y volver a ganar cuatro años después.
Si el pueblo no se equivocó al rechazar al kirchnerismo en 2015 y al macrismo en 2019, le toca a Alberto Fernández ser la síntesis de la tesis y antítesis que Cristina Kirchner y Mauricio Macri representan en la actual sociedad argentina. Las fotos civilizadas de Macri con Alberto Fernández y las de María Eugenia Vidal con Axel Kicillof podrían ser señales de un proceso de digesto social de amalgamamiento. De ser así, se estaría produciendo el triunfo cultural de la tercera vía (la síntesis es un proceso de tres pasos). Suena demasiado bueno para una Argentina que viene sufriendo décadas de fracasos y es lógico desconfiar, pero no es imposible que el devenir comience a ser positivo algún día y se haga realidad el eslogan de la campaña de publicidad de Mercado Libre durante las elecciones: “Lo mejor está por venir”. Empresa paradójicamente propiedad de un empresario confeso macrista, Marcos Galperin, el primer empresario que recibió Alberto Fernández después de su triunfo en las PASO (ver reportaje en página 36).
Mercado Libre es otra paradoja argentina: es la única empresa incluida en el ranse king de las 25 mayores empresas del mundo que no es ni de Estados Unidos ni de China. Mercado Libre hoy vale 30 mil millones de dólares y fue fundada hace solo veinte años por Galperin mientras era estudiante universitario de posgrado, un caso comparable con el del fundador de Amazon, Jeff Bezos, o el fundador de Microsoft, Bill Gates. Más meritorio aún en el mercado latinoamericano, que representa solo el 6% del comercio mundial y que, además, se trate del éxito de un argentino, cuando el país acumula la mayor cantidad de fracasos económicos.
Que vengan tiempos de síntesis o de repetición hará toda la diferencia. Síntesis es una palabra de origen griego que significa composición, como sucede en la química, pero en filosofía hace de la integración de lo unido algo de mayor valor. Para Kant no hay conocimiento sin síntesis, conocer es sintetizar. La producción de síntesis tiene un carácter creador, al unir se produce lo unido. Es trascendente: no hay progreso sin síntesis. La síntesis no deja la realidad como era sino que la transforma, haciendo a los yuxtapuestos –en este caso el “matrimonio” de Cristina Kirchner y Mauricio Macri– mutuamente engendrables.
La dialéctica hegeliana es la piedra angular del positivismo. ¿Lo mejor estará por venir, como sostiene el eslogan del aviso de Mercado Libre?