Elecciones legislativas en venezuela: el cha
más de 20 millones de venezolanos están llamados a votar una nueva asamblea nacional, único órgano de gobierno que hoy controla la oposición. la justicia, en manos del oficialismo, intervino los principales partidos opositores y será la que supervise el acto eleccionario.
Los venezolanos están llamados hoy a elegir una nueva Asamblea Nacional, que tomará el relevo a la que desde 2015 encabezó la oposición y el chavismo privó de poderes, en unos comicios boicoteados por los principales partidos opositores y que desde la comunidad internacional, con Estados Unidos y la UE a la cabeza, ya se ha dejado claro que no se reconocerán.
Pese a los llamamientos a aplazar la cita con las urnas y dar más margen a un posible diálogo entre Gobierno y oposición para sacar al país de la grave crisis en todos los ámbitos en que está sumido, el presidente Nicolás Maduro se ha mantenido firme en su defensa de la fecha del 6 de diciembre, amparándose en que así lo marca la Constitución y no respetarla sería quebrantarla.
De nada han servido los esfuerzos de interlocución desde la UE y la vía abierta a una posible solución a la crisis planteada en septiembre por el opositor y antiguo candidato presidencial Henrique Capriles, quien protagonizó un sonado alejamiento del núcleo duro de la oposición al no rechazar la celebración de los comicios, para apostar, sin éxito, por un aplazamiento que permitiera su celebración con garantías y en presencia de observadores internacionales.
Los más de 20,7 millones de venezolanos registrados en esta ocasión deberán elegir a los 277 integrantes que tendrá la nueva Asamblea Nacional, de los que el 52 por ciento ser elegirán mediante el sistema proporcional (144 diputados) y un 48 por ciento (133 diputados) mediante el sistema nominal. En total, hay más de 14.000 candidaturas de más de un centenar de partidos.
Entre estos partidos no estarán los principales de oposición aglutinados en torno al actual presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, al que buena parte de la comunidad internacional reconoce como presidente encargado, desde que en enero de 2019 se autoproclamara como tal para poner fin a la “usurpación” de Maduro.
La oposición ha apostado por el boicot electoral, denunciando que las elecciones no cuentan con las garantías para ser libres, democráticas y justas, habida cuenta de que el chavismo es el que controla todos los órganos del Estado, incluido el Consejo Nacional Electoral (CNE), encargado de organizar estas elecciones.
Su tesis ha recibido el respaldo de sus principales aliados en estos casi dos años, empezando por Estados Unidos, primer país en reconocerla, pero también la Unión Europea, con España incluida, así como otros socios regionales, que ya han dejado claro que no podrán reconocer el resultado de unas elecciones que no consideran que cumplen con las garantías requeridas.
Aunque habrá presencia opositora, hecho que desde el Gobierno se aprovechó para defender la legitimidad de las elecciones, será minoritaria. Concurren algunos pequeños partidos, como el liderado por Henri Falcón, quien abandonó las filas chavistas para ser candidato presidencial en los comicios de 2018 -cuya victoria a manos de Maduro no reconoce la comunidad internacional- y ahora lidera Avanzada Progresista.
Este partido, junto con Cambiemos, El Cambio, Acción Democrática y Copei formaron la coalición opositora Alianza Democrática. En el caso de Acción Democrática y Copei se trata de dos partidos históricos de la oposición venezolana
Desde el Parlamento, Guaidó reclamó en 2019 la presidencia interina del país después de que la bancada opositora declarara “usurpador” a Maduro acusándolo de haber sido reelecto fraudulentamente un año antes.
La segunda pregunta plantea el rechazo a la votación dominical y la tercera, sin mencionar las sanciones financieras de Estados Unidos contra Venezuela, respaldo a las gestiones internacionales de Guaidó.
Sin aval de las oficialistas autoridades electorales, la consulta busca validar la tesis de “continuidad” que esgrime el dirigente opositor: si no hay una “elección legítima”, los cargos escogidos en la votación previa siguen vigentes. Hay antecedentes de retraso de comicios, con cargos municipales y regionales.
Pero los analistas son escépticos. que fueron intervenidos por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), al igual que Voluntad Popular -el partido de Guaidó y Leopoldo López- y Primero Justicia para instalar al frente a dirigentes menos críticos con el Gobierno. “Guaidó perderá su legitimidad formal como presidente de la Asamblea Nacional en enero, cuando Maduro consolidará el poder total”, comenta Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano.