Francisco avanza para dar transparencia a las finanzas del Vaticano
La Santa Sede prepara una nueva reforma “para una mayor transparencia y fortalecimiento de los controles en el ámbito económicofinanciero”, luego de que el Papa Francisco aprobara el nuevo Estatuto de la AIF, la Autoridad de Supervisión e Información Financiera.
“La revisión era necesaria tanto para alinear el Estatuto con las tareas realmente asignadas a la Autoridad. Además de la función original de inteligencia financiera y la lucha contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo, desde 2013 la AIF también ha realizado la supervisión del IOR (banco vaticano) como para dar algunos cambios organizativos significativos”, informó el Vaticano.
“Además del nuevo nombre, entre las principales novedades -explica la Santa Sedehay un renovado reparto de roles entre la Presidencia y la Dirección, de carácter estratégico para la primera, dirigido a dar efectividad y eficiencia operativa para el segundo, así como el establecimiento de una nueva unidad, dedicada a regulación y cuestiones legales”.
La revisión del Estatuto “forma parte de la reforma global que el Papa Francisco está llevando a cabo para la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano en materia de transparencia y fortalecimiento de los controles en el ámbito económico y financiero”, afirmó el presidente de la Autoridad de Supervisión e Información
Financiera, como se llama ahora la ex AIF, Carmelo Barbagallo.
Los cambios más importantes se refieren a “la gobernanza y la estructura organizativa de la Autoridad” y, además, “un cambio no solo nominalista se refiere al nombre de la Autoridad, que se integra añadiendo el término ‘supervisión’”, advirtió Barbagallo.
También informó que, “en línea con las mejores prácticas internacionales, se ha creado la Oficina de Asuntos Legales y Regulatorios, que se ocupará de todos los asuntos de carácter legal, incluida la regulación”.
A partir de ahora, la ASIF también deberá proceder de acuerdo con las reglas de los órganos de la Curia Romana, a través de la Comisión de Evaluación independiente para la contratación de personal laico en la Sede Apostólica (CIVA).
Este proceso se completará en su reglamento interno que se emitirá en breve.
En cuanto a la CIVA, que es una comisión independiente, “quisiera enfatizar que referirme a ella garantiza una selección más amplia de candidatos y un mayor control en las decisiones de reclutamiento, evitando el riesgo de arbitrariedad”, amplió Barbagallo.
“Se trata, por tanto, de una elección que, en última instancia, contribuye a fortalecer la independencia de la Autoridad en el ejercicio de sus importantes prerrogativas”, completó el cardenal Barbagallo.