Ecuador va a las urnas en un referendo sobre
se presentan dieciséis candidatos. las encuestas las encabeza el delfín del ex presidente, exilado e
Ecuador vivirá hoy una jornada electoral histórica: con un número inédito de candidatos a la Presidencia y en plena pandemia de coronavirus, se enfrentará a un cambio de gobierno ante el abismo de un colapso económico.
Los votantes, preocupados por las desesperantes cifras macroeconómicas, tendrán que elegir además a los 137 diputados que forman la Asamblea Nacional –seis de los cuales representan a la comunidad ecuatoriana en el extranjero– y los cinco representantes del Parlamento Andino.
Hacerse con el control del Parlamento es fundamental; de ello depende la habilidad para gobernar del que sea elegido para suceder a Lenín Moreno, quien tuvo dificultado su mandato por una Legislatura fragmentada que no dudó en poner obstáculos a sus iniciativas parlamentarias.
Desde el gobierno piden “sosiego” para que impere la convivencia en un país que se sumió en una ola de fuertes protestas a finales de 2019, cuando el Ejecutivo impulsó una reforma económica que incluía el retiro de un subsidio al combustible que, en palabras del mandatario, “solo beneficiaba a contrabandistas”.
Este acercamiento al plan de ajuste del Fondo Monetario Internacional llevó al país a un Estado de excepción y al traslado de la sede de gobierno en un período de convulsión social que se extendió por Latinoamérica. Ahora la aprobación de Moreno se encuentra por debajo del 10%, un bajo índice similar al de la Asamblea Nacional.
Las elecciones suponen así un momento clave para la política regional, donde la reactivación económica se encuentra en un punto muerto ante los devastadores efectos de una pandemia que se cobró ya más de un millón de vidas en todo el continente.
En Ecuador, la obligatoriedad de acudir a votar llevó a las autoridades de ciertas zonas, como Quito, a pedir el uso de dos barbijos para una protección eficaz contra el coronavirus a la hora de acudir a los recintos electorales.
Entre los 16 candidatos que se presentan a la contienda se destacan el protegido de Correa, Andrés Arauz, un banquero conservador, Guillermo Lasso, y un líder indígena, Yaku Pérez. En caso de que ninguno logre más del 40% de los votos y una ventaja de 10 puntos sobre el segundo, el 11 de abril los dos mejor colocados irán a una segunda vuelta.
Si las encuestas no fallan, entre los tres estará el sucesor de Lenín Moreno, el impopular mandatario que cambió de aliados tras conquistar las urnas con apoyo de Correa, en 2017.
Arauz, que parte como favorito y es, a sus 35 años, el candidato más joven de todos, garantiza que devolverá al país a la senda del correísmo y pondrá punto final a las “políticas neoliberales” de Moreno. Correa confía en este joven economista para que recupere el poder su izquierda radical y nacionalista. Crítico con el préstamo del FMI, busca revertir los recortes del anterior gobierno y prometió dar ayudas a las madres ecuatorianas.
Arauz dirigió el Banco Central y fue ministro de Conocimiento y Talento Humano con Correa (2007-2017). “Les saluda el perfecto desconocido que conoce y ama al Ecuador y que hoy se compromete a sacar de la crisis sanitaria y económica a nuestro pueblo”, tuiteó al postularse.
Nació en Quito, está casado con Mariana Véliz, con quien tiene un hijo. Se autodefine como patriota, demócrata y progresista. Fiel al credo correísta, tilda de traidor a Moreno. Habla inglés, francés y ruso; toca piano y acordeón. Su compañero de fórmula era el propio Correa, pero el ex mandatario quedó inhabilitado por sus casos pendientes con la Justicia, que lo condenó a ocho años de cárcel por corrupción. El periodista Carlos Rabascall lo sustituyó por la coalición Unión por la Esperanza (Unes).
Arauz se comprometió a allanar el camino para el regreso de Correa, quien se considera un “perseguido político”. El ex gobernante está en Bélgica desde 2017 y desde allá logró evitar a la Justicia ecuatoriana que, según