“Teníamos un avión de 12.000 dólares entre seis personas”
Es ingeniero y reparte su tiempo entre su empresa de recursos humanos y su sueño: volar y ver el mundo desde otra perspectiva.
y ha- bilitación de vuelo por instrumentos en Estados Unidos (FAA).
Además cuenta con más de 4.500 horas de vuelo en aviones monomotores, lo que equivale aproximadamente a 25 vueltas al mundo.
Todo empezó en 2003, cuando fue a volar a Canadá y Alaska con el avión de un amigo. Luego volvieron al país y volaron juntos por toda la Argentina. “En 2005 empecé a traer aviones de EE UU al país y estuve 21 días volan- do”, recuerda y re- conoce que hoy se ha quedado con dos aviones con los que ha viajado por todo Brasil, Chile, Uruguay, Caribe y EE UU.
Cuando le preguntan por el costo de volar, se apura a desmitificar el tema: “Teníamos un avión que costaba 12.000 dólares entre seis personas. Otro amigo que construye aviones le puso el motor de un generador y con tres litros de nafta vuela casi dos horas; el tema es volar y ver el mundo desde otra expectativa. Se gasta lo mismo que viajando en auto. Cuando sacás cuentas, terminas gastando la misma plata”, dice.
El libro es el relato de todo lo que le ha sucedido en sus viajes. “El lector va a vivir conmigo mi susto por haberme quedado encerrado en una tormenta con poco combustible o situaciones de mucho estrés cuando, por ejemplo, en Calafate me quitaron el avión porque veníamos de Chile y no había hecho Migraciones como correspondía. Pero también se va a adentrar en los lugares bellos y exóticos que conocí, como volar sobre el Caribe, el glaciar San Rafael en el sur de Chile, Alaska o los dos eclipses que vi desde las alturas”.
Todo lo recaudado con la venta del libro será donado a aquellos chicos que no han podido terminar el curso de aviación: “Es una frustración dejar carrera a la mitad. Sé que es una tarea titánica porque necesito ocho libros para pagar una hora de vuelo, pero es algo que quiero hacer”, finaliza.