“Argentina es uno de los casos más tristes en la historia”
“Siempre digo a mis estudiantes que la Argentina es uno de los casos más tristes en la historia económica”. La frase, en labios de Benjamin Cohen, uno de los economistas que más estudió los sistemas monetarios en la política internacional, impacta. “Argentina era uno de los países más ricos al comienzo del siglo XX. Y es trágico ver a un país tan grande en declive por no poder manejar sus propios asuntos”, agrega, al tiempo que aconseja “una mejor política fiscal”, aunque reconoce que “políticamente es difícil”. —Argentina tiene una doble dependencia financiera: por un lado, con Estados Unidos en el FMI, y, por otro, con China por el swap con el Banco Central. ¿Cómo evita Argentina los daños colaterales en la competencia entre las dos superpotencias?
—Con delicadeza. Se trata de un asunto de gobierno, de no volverse demasiado dependiente de ninguno de los dos. Eso significa evitar una situación donde uno de los grandes poderes, Estados Unidos o China, pueda sentirse amenazado ante una eventual inclinación por el otro. Por supuesto, eso implica asumir que el gobierno de Argentina pueda gestionar satisfactoriamente su economía. Y como sabemos eso es una pregunta abierta en la historia del país. Si hay alguna manera de que Argentina pueda ser capaz de evitar una inflación recurrente y periódica es tener una política fiscal bajo control, incluyendo el gasto provincial. Soy consciente de cuán difícil sería implementarlo políticamente, pero creo que esa es la solución. nalización del dinero, dejando que el dinero fuera creado por el sector privado a través de la competencia de las instituciones financieras. Y creo que las monedas digitales son las actuales manifestaciones de lo que él hablaba acerca de la desnacionalización del dinero.
—En “Historia intelectual de la Economía Política Internacional”, usted consideró que “la construcción de un campo de estudios como la EPI nunca está terminado”. ¿Qué cree que debería investigar en la actualidad?
—Es interesante que preguntes eso, porque estoy escribiendo un libro que es una continuación de Historia Intelectual de la EPI, lo llamo Repensando la EPI. En mi opinión, hay tres realmente prioritarios que deberían ser abordados, empezando por la declinación del orden internacional liberal. Cuatro años de Trump nos han hecho dar cuenta que el orden que fue establecido después de la Segunda Guerra Mundial está esfumándose muy rápidamente. Están en crecimiento el autoritarismo está en crecimiento, mercantilismo, nacionalismo económico y chauvinismo. Esto es un asunto crucial. Demasiado de lo que hoy se está publicando en la literatura de EPI asume la existencia de un sistema liberal y da por sentado que hay una economía internacional abierta, y habla de asuntos comerciales, monetarios o de inversiones en ese contexto. Pero eso está cambiando. Un nuevo sistema mundial está lentamente siendo construido, donde tiene prioridad el nacionalismo económico, hasta cierto punto la deglobalización, el reshoring de corporaciones de Estados Unidos y Europa que traen actividades que se habían ido. El segundo tema que abordaría es la desigualdad. Estamos viviendo una era donde los niveles de desigualdad son los más altos de la historia, más que los del siglo XIX y 1929. La desigualdad y la pobreza necesitan ser abordadas. Y después está el cambio climático. Estamos viviendo un período de serias amenazas a nuestra supervivencia como civilización y como especie por el cambio climático. Esas son mis tres prioridades: el orden internacional liberal, incluyendo a China como un poder en ascenso, la desigualdad y el cambio climático.