Alexéi navalny podría ir preso a un campo de trabajo
La justicia rusa condenó dos veces ayer al opositor Alexéi Navalny, sancionándolo en un caso por “difamación” y, en otro, confirmando su pena de cárcel, que podría cumplir en un campo de trabajo.
El opositor y activista anticorrupción de 44 años, conocido por sus investigaciones sobre la fortuna de las élites rusas, entre ellas del presidente Vladimir Putin, fue condenado a su primera pena de larga duración en casi una década de pleitos con las autoridades, y podría ser transferido a un campo de trabajo.
Herencia de la URSS, la mayor parte de las penas de cárcel en Rusia se efectúan en campos de trabajo penitenciarios situados a menudo lejos de todo. El trabajo de los detenidos, habitualmente en talleres de costura o de fabricación de muebles, es obligatorio.
Navalny fue encarcelado en enero cuando regresó a su país después de meses de convalecencia en Alemania tras sufrir un envenenamiento que casi le cuesta la vida y del que acusa al Kremlin. El dos de febrero fue condenado a dos años y ocho meses de cárcel. Ayer, un juez le redujo un mes y medio la sentencia, al tener en cuenta el tiempo que pasó en arresto domiciliario.
En otra audiencia, fue condenado a pagar una multa de 850.000 rublos (11.500 dólares) por haber “difamado” a un veterano de la Segunda Guerra Mundial en un video.
Así, el opositor tendrá que cumplir una pena de unos dos años y medio de cárcel.
Navalny, cuya encarcelación provocó tres jornadas de manifestaciones reprimidas por la policía, denuncia que estos juicios son un montaje. Según él, el Kremlin quiere silenciarlo tras fracasar en su intento de asesinarlo por envenenamiento el verano pasado. Moscú rechaza estas acusaciones.