“El ajuste de Guzmán fue por inflación”
—Juan Carlos Fábrega elogió la disciplina fiscal de Martín Guzmán. Dijo: “Está haciendo el apriete más grande que se pueda hacer, pero sin decirlo”. ¿Coincide?
—Se produjo un ajuste fiscal, pero es de raíz inflacionaria. Se aceleró la inflación. Eso ayudó a que aumentara la recaudación, además de los aumentos de impuestos, que fueron una mala política. Aun así dieron resultado. Como el cambio del ajuste de las jubilaciones fue un cálculo totalmente equivocado del Gobierno, creyeron que de esa forma iban a mejorar las jubilaciones y en realidad las desmejoraron en términos reales. Lo único que habrá logrado en materia de ajuste fiscal Guzmán es que los aumentos de salarios en el sector público no hayan sido tan altos como la propia inflación. No veo un ajuste estructural que realmente lleve a una disminución permanente del nivel de gasto público y del déficit fiscal. Al contrario. Las iniciativas apuntan a que cada vez haya más déficit. Hablan de estatizar la hidrovía y eventualmente los puertos privados. Está escondida la idea que tienen de volver a estatizar todo lo que se relacione con la logística para el comercio exterior y el comercio exterior mismo. Basta recordar lo que eran los puertos y las obras que tenían que ver con el dragado del Paraná cuando las hacía la Administración General de Puertos, y todo lo que costó avanzar en la privatización para darse cuenta de lo absurdo que es el planteo. Implicará muy malos servicios, que se van a cargar sobre los exportadores de granos.
—En una conferencia que usted dio en la UCA recientemente, dijo que gran parte del aumento de las exportaciones de la Argentina tuvo que ver no solamente con las ventajas que la tecnología permitió y con la inversión, sino también con poder exportar a través de la hidrovía y la mejora en los puertos.
—En todo el sistema logístico. La gente del campo seguro recuerda que, hasta las reformas de los 90, lo que se pagaba para transportar el grano hasta los puertos, lo que se pagaba para los servicios portuarios y luego el transporte fluvial y marítimo, todo eso junto con, también, la ineficiencia de los elevadores de granos y toda la logística, se cargaba como costo sobre el productor, que además soportaba las retenciones. Le llegaba al productor menos de la mitad del valor de su producción en los mercados internacionales. Gran parte de eso se corrigió con la privatización de los puertos, de la hidrovía, de los elevadores de granos, de los trenes. Facilitó una mayor eficiencia y menor costo de toda esa logística. Todo eso redundó en mayores ingresos para los productores. Y eso permitió a los productores incorporar tecnología y hacer inversiones, expandir la frontera agropecuaria. Se pasó de 30 millones de toneladas de granos a 130 millones. Todo eso ahora entra en un cono de sombras. Basta escuchar a los ideólogos de estas medidas, como Claudio Lozano, director del Banco de la Nación, o Fernanda Vallejos o, lamentablemente, al que está ahora al frente del sistema de la hidrovía, que es el senador Jorge Taiana. Uno tiene que concluir que quieren volver a aquel sistema que existió hasta principios de los 90. Por eso la gente de campo, con razón, está manifestando su oposición. Todavía no explicitaron lo que tienen en mente, pero está sugerido a través de las posiciones de estos personajes. Revela que vamos en muy mala dirección.