Campo exige diálogo urgente Referentes piden evitar “la anarquía” de la 125
Lo remarca Pablo Martínez, presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, una de las entidades clave. Fuerte mensaje en San Nicolás y alarma por impacto de políticas en pequeños productores.
Así lo expresó Pablo Martínez, de la Rural de Jesús María, en el marco de la protesta del 9J. Las políticas sin acuerdos alarman al sector que ve con temor el intervencionismo. Preocupa también el impacto de las medidas en pequeños productores de Córdoba.
El campo logró el objetivo que se había planteado: lograr una postal contundente. La convocatoria a marchar y manifestarse en la localidad bonaerense de San Nicolás, fue respondida por miles de productores que llegaron desde distintos puntos del país.
Desde Córdoba hubo delegaciones que salieron desde Río Cuarto, Colonia Caroya, Jesús María, Sinsacate, Villa María y Bell Ville, entre otros puntos.
Los números de ayer hablaban de varios miles que se sumaron a la manifestación y las tomas aéreas de productores se mezclaron con las postales de los referentes de la Mesa de Enlace y de la oposición, como la presidenta del PRO, Patricia Bullrich.
El campo buscó manifestarse en contra del intervencionismo del Estado y pedir por el respeto a las libertades individuales, de circulación y de comercio y a la Constitución.
“No es solo un reclamo agropecuario, sino que es más amplio. Buscamos demostrar el descontento social de las cadenas productivas, es un reclamo institucional y por los valores republicanos. Si la Justicia fuera justa no estaríamos como ahora. Es hora desde las organizaciones sociales empecemos a reclamar por nuestros derechos y a pedir explicaciones a quienes nos gobiernan”, apuntaron referentes del agro cordobés.
Más allá de los autoconvocados, hubo entidades que llamaron a participar y sumarse a la movilización. Una de las más activas fue la Sociedad Rural de Jesús María, fuerte referente en el interior del país para todo el sector. En diálogo con PERFIL CÓRDOBA, su presidente Pablo Martínez remarcó que “hay mucho enojo social por todo lo que está pasando y está bueno que se reclame”.
—¿Estamos lejos del clima de malestar que hubo en 2008? ¿Se está gestando una nueva fractura con el gobierno?
—La fractura nunca se subsanó. Pero no está el ánimo del 2008 porque la soja vale bien y el maíz también, simplemente por eso. Creo que tenemos que buscar todas las medidas para no llegar al 2008. Yo participé mucho en ese tiempo, era una anarquía total. Me paraba con otro productor y cortábamos una ruta y durante toda la noche no pasaba nadie. Y nadie me decía nada. No tenemos que llegar a esa situación, es lo peor que nos puede pasar. Sería muy malo no poder negociar con el gobierno, no poder llegar a un consenso. Pero hay muchos productores enojados, los que están lejos de los puertos y que tienen mucho descuento de fletes. Hoy no llegamos al 2008 por los precios.
—El gobierno anunció un plan ganadero, ¿hay diálogo para eso?
—Diálogo no hay ninguno, es unilateral. Y plan ganadero tampoco hay, sino un anuncio del anuncio, y lo patearon. ¿Cómo puede ser que un plan ganadero se haga con algún frigorífico afín y no con los productores y las entidades? Nosotros presentamos infinidades de planes ganaderos y no nos atienden. No hay plan, quieren ganar tiempo y hacer show para la tribuna del Conurbano.
—¿Cómo pegan en Córdoba las restricciones a exportar carne?
—Córdoba tiene cerca del 20% de las exportaciones de carne, hay frigoríficos grandes, pero el problema es la cantidad de mano de obra que se cesantea, vacaciones adelantadas, entre otras cuestiones. Es penoso lo que está pasando. Lo que nadie dice es que se afecta mucho al pequeño productor que no va a poder renovar ni a mantener la vaca, no tienen para pagar el flete, no dejan la vaquillona porque también la venden. Se empiezan a achicar, se van de los campos, los alquilan. Ese es el problema que se viene. En cinco departamentos del norte tenemos 2.700 establecimientos, de los cuales el 70% tiene menos de 100 vacas y la mitad menos de 50 vacas.
Entonces esto afecta a 1.500 productores pequeños. Es una locura porque solo subsisten, no pueden mantenerse seis meses.
—¿La exportación no ayudaría a bajar los precios?
—Pueden bajar momentáneamente, pero la carne que consumimos va a valer lo que hoy, no hay una sobreproducción de esa carne, no hay más carne que esa del animal de consumo liviano. El gobierno tiene que entender que el argentino consume el 70% de lo que produce, el problema no es la exportación que un 15% se va a China y el otro es Cuota Hilton a Europa. Comemos todo lo que producimos, no hay más que eso. El gobierno debería darnos crédito e incentivarnos a producir más, estamos dispuestos, pero no en estas condiciones. Son cadenas de animales vivos, si en lugar de faenar con 350 kilos querés faenar con 400 tenés que restringir el mercado durante dos o tres meses para aumentar los kilos por animal. Es complicado, el gobierno nos va a destruir a los productores, pero no va a bajar la carne.