RURALISTA K.
Perfil y entrevista con Pedro Salas, presidente de la Rural de Córdoba. En el agro lo tildan de “infiltrado K” y afirman que no es productor. Responde a las críticas y dispara: “Nuestra Rural no tiene dirigentes presos”.
Abogado, kirchnerista, transita su segundo mandato al frente de la entidad rural y logró instalarse como referencia ‘k’ en un sector típicamente opositor. Sus colegas señalan que no es productor y lo tildan de infiltrado. “No les digo donde tengo el ganado porque me lo van a matar”, afirma.
Según a quién se le pregunte, puede haber muchas definiciones sobre Pedro Humberto Salas. De todas, hay una concepción que es ineludible y es que logró instalarse como la voz del kirchnerismo para el agro en Córdoba. Lo que no es muy común en un sector como el de la producción agrícola y ganadera y menos en una provincia como Córdoba, que en amplia mayoría es muy resistente a la propuesta del kirchnerismo.
Ese encuadramiento atípico es explicado, por muchos dirigentes del agro, desde el razonamiento del posicionamiento político para generar discordia dentro del sector: “La Sociedad Rural de Córdoba es un sello de goma. En las asambleas no dejan participar a los opositores. Este señor Salas opera dentro de Came, tiene apoyo del gobierno y se instala para generar ruido. Es abogado, no es productor ganadero, nadie sabe dónde tiene su producción ni responde. Es un infiltrado”, señaló un dirigente rural a este medio.
Sus posiciones respecto a algunos de los temas ríspidos para el agro han tenido eco en medios afines del gobierno. En su momento, por caso, apoyó el proyecto de nacionalización de Vicentín, defendió el cierre de exportaciones de la carne para contener los precios internos y es un fuerte crítico de los miembros de la Mesa de Enlace.
Sus detractores también ponen en duda la fortaleza de las actividades que realiza la Sociedad Rural de Córdoba, un espacio al que sindican como una entidad vacía, con poco peso específico en el sector, aunque con una buena repercusión mediática al pegar sus definiciones al de una fuerte marca: la Sociedad Rural de Córdoba.
PERFIL CÓRDOBA dialogó con Pedro Humberto Salas sobre su trayectoria, la actualidad de la entidad rural que preside y sobre la polémica que se genera en torno a su perfil.
“Nosotros somos fuertes en ganado chico, agroeconomía, forrajes y viveros hidropónicos. Ahora estamos trabajando con el tema de la inseminación y colaborando con el Plan Ganadero. Tenemos desarrollo en el norte, en el sur, en el centro, socios en Punilla, Tercero Arriba, Calamuchita,
Cruz del Eje, Totoral, Tulumba. La cámara de productores lecheros de Córdoba integra la Rural, tenemos un directivo de Pauny. Somos la única rural que tiene sede en la Capital, un predio en Malagueño y socios de distintos puntos de la provincia. Entre socios activos y adherentes somos casi 300”, afirma Salas.
También señala que está negociando apoyo del Gobierno nacional y del BID para poner en marcha plantas que fueron abandonadas y empresas agroindustriales en distintos puntos de la Provincia. “En el predio de Malagueño estamos reorganizando y ampliando el centro genético, hemos ampliado y reformulado las pistas equinas, tenemos la escuela que estamos reabriendo y estamos recibiendo más socios
adherentes”, apunta.
–¿Cómo se financian las actividad de la Rural de Córdoba?
–Con los aportes de los socios activos, que son cerca de 200. No tenemos la suerte de otras sociedades rurales que están más arriba que nosotros, que tienen a sus presidentes presos y que les pueden solventar algunas cosas. No hemos llegado a ese nivel… no tenemos a nadie preso.
–¿Reciben aportes del Estado nacional o de funcionarios nacionales?
–Ojalá hermano, decime a quién y lo agarro y lo bolsiqueo (sic). Con temas puntuales, pode- mos tener algún apoyo del Ministerio de Agricultura de la Nación. Ahora estamos gestionando para los viveros hidropónicos de forraje, vinieron de universidades a aprender, estamos firmando un convenio con la Universidad de Villa María, gestionando un convenio con las escuelas agrotécnicas y otro con la Uatre por el Plan Ganadero, porque necesitamos capacitar a los peones.
–¿Cómo lo eligieron? ¿Votan los socios activos?
–Yo estoy desde 2018, es mi segundo mandato hasta 2022. Hacemos asamblea, con todos los chiches (sic), como todas las rurales. Pocas rurales tienen la institucionalidad y los balances al
día como nosotros.
–Sus colegas dicen que usted no es productor, ni ganadero, sino abogado...
–Yo soy abogado y tengo dos Renspa (NdeR: el número de Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios que asocia al productor con la producción y el predio). Pasa que no quiero decir dónde tengo la hacienda (ganado) porque estos tipos me la van a ir a matar, porque ya me lo han dicho.
–¿Usted piensa que eso
puede pasar?
–¿Vos dudás de los muchachos estos? Yo los conozco. Y los toros míos son carísimos, no los voy a exponer, no me interesa decir ´acá estoy yo´. Prefiero tener las cosas tranquilas. Tengo dos Renspa, están activas y tengo campos de herencia en Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero. La descalificación personal viene cuando no tenés respuestas políticas para dar. Discutamos lo que quieran, pero en serio. En 2019 la Rural de Jesús María organizó la Expo Cambio, ¿te queda? La de Río Cuarto hizo la Expo del Cambio…
–¿Ustedes hicieron la Expo de la Victoria?
–Nosotros hicimos la Expo Rural. Pero yo soy peronista, estoy afiliado desde los 18 años, tengo 57 y hace 40 años que estoy afiliado al PJ, pero no digo que la Rural de Córdoba es del PJ. Las otras sí son de Juntos por el Cambio y ellos lo dicen. Yo no adhiero a un acto de Alberto como Rural, ellos sí. Si yo hago política para el peronismo soy criticable, si ellos lo hacen para Juntos por el Cambio es normal: esa es la diferencia. Y no somos nosotros la única Rural con peronistas, pero los otros no lo dicen.
–En el caso de Vicentín, ¿usted apoyaba la expropiación?
–Nosotros lo que planteábamos era hacer una Pauny. Incluso yo fui abogado en Pauny hace 20 años. Había que juntar a los perjudicados por Vicentin, que eran miles de productores, y ver, como en toda quiebra, cuántos son de pymes, de cooperativas, de bancos y cuántos del Estado. El juez no lo quiso hacer. Conozco productores que les tumbaron 10 palos verdes. Resulta que nosotros decíamos que había que pagarles a los productores y la Mesa de Enlace defendía a la empresa. Entonces, ¿quién estaba del lado de los productores: la Rural de Córdoba o la Mesa de Enlace? Nosotros vamos a estar del
“No tenemos ningún presidente
preso”, dijo en referencia a la Rural
de Jesús María.
lado del productor. A estos muchachos de Vicentin les prestaron, entre comillas, cientos de millones de dólares, cobraron los últimos créditos y se presentaron en concurso y no le pagaron a nadie. Nunca nadie preguntó dónde está esa guita.
–Y en el caso de las retenciones, ¿no cree que desestimulan la inversión?
–Las retenciones son un problema para todos. Más con estos precios, sobre todo para los que hacen exportación de cereales. Ahora, lo que nosotros sí planteamos con la Came, en el ministerio, es que todo esto se discuta en el Consejo Agroindustrial, ese tiene que ser el ámbito, porque están representados todos ahí adentro.
–La mayoría de los dirigentes señala que el gobierno no los convoca para discutir políticas.
–No, no. El que quería estar se sumaba. Lo llamaba al Cachi Romero (José María Romero subsecretario de Ganadería y Producción Animal) y estaba. Este gobierno ha recibido a la Mesa de Enlace. Basterra los recibió y le plantearon “la división de poderes” ¿A vos te parece que es un tema para Basterra? Andá a discutirlo con la Corte, qué se yo.
–Entonces, ¿por qué hay tanta grieta entre el gobierno y las entidades rurales?
–Lo que pasa es que muchas entidades rurales hoy tienen a dirigentes que van por candidaturas en sus distritos, cosa que me parece perfectamente legítimo en el juego democrático. Ojalá hubiera un bloque de 20 o 30 agrodiputados de todo el arco y que se debatan en la Comisión de Agricultura todas las posiciones. El campo no es uno solo. El cuestionamiento al gobierno viene por posicionamientos políticos y no es mala palabra decirlo. Pero, ¿escuchaste alguna propuesta en el acto del 9 de Julio? Yo no escuché ninguna. ¿Escuchaste hablar de pandemia? No mencionaron nada. No es mi trabajo valorar las críticas, pero generá una propuesta. Hicieron un acto nada más que para putearlo a Alberto, ¿cuál es el sentido de esto? Si con eso vos mejoraste algo para un productor yo te aplaudo.
–¿Usted tiene aspiraciones políticas?
–Uno que hace política puede tener las aspiraciones políticas que quiera. Yo estoy muy cómodo donde estoy, estoy en el ruralismo hace más de 30 años. Ingresé como socio a la Rural de Córdoba al poco tiempo del conflicto del 2008. En ese momento, la Rural de Córdoba estaba en contra de la 125 pero no adhirió a ningún corte de ruta.
–¿Le molesta que le digan que es un infiltrado del kirchnerismo en el campo?
–No, no, me da risa. Nosotros estamos trabajando con los productores, yo me junto y no les pregunto cómo votan y a quién votan. No tengo problemas con ningún productor. No les interesa ni me interesa. Lo que preguntamos es qué hace falta para ganar plata. El problema del sectarismo es de ellos, no mío.