¿Por qué las mujeres no llegan a los cargos más altos de la magistratura?
Una encuesta del Ministerio Público de la Defensa arroja datos cualitativos. Al concepto ‘techo de cristal’ se suma el de ‘piso pegajoso’, para explicar los motivos por los que no ascienden.
Aunque el Ministerio Público de la Defensa está integrado mayoritariamente por mujeres (60%), son minoría las que alcanzan altos puestos (33%).
A raíz de la percepción de que fueron perdiendo terreno en un ámbito donde históricamente prevalecieron, se decidió hacer una encuesta entre las y los abogados que integran la Defensoría Pública y analizar los concursos realizados entre 2008 y 2019. El relevamiento, que aportó datos cualitativos además de cuantitativos, se presentó el lunes pasado con el título “Análisis de género en el trámite de los concursos del MPD”.
Se constató segregación vertical, para el acceso a cargos de defensoras (magistradas) y horizontal porque hay subrepresentación de mujeres en ciertos puestos y sobrerrepresentación en otros.
A pesar de las reformas reglamentarias, “la mayoría de quienes integran los jurados son varones y en muchas oportunidades las mujeres quedan directamente excluidas”.
Hay menos participación de mujeres en los concursos y eso impacta en la constitución de las ternas y las designaciones posteriores. “Los obstáculos que presenta el piso pegajoso se combinan con brechas de género, horizontales y verticales”, puntualiza el informe.
La mujer y su rol de cuidado. La asignación de la función de cuidadora del hogar también está presente en las especialidades donde las mujeres son mayoría. Tienen más dificultades para competir en el fuero federal, lo que contrasta con su mayor intervención en concursos para cargos del fuero ordinario, en especial, en materia de menores de edad y personas con capacidad restringida, no penal. Son dos aspectos asociados a roles de cuidados, históricamente adjudicados a la mujer, lo que replica un clásico esquema de división sexual del trabajo que continúa latente en la sociedad. Son cargos marginales en términos cuantitativos, frente a puestos del fuero federal y con competencia penal.
Más en Caba. Otro rasgo que devela el relevamiento es que hay más mujeres en los tribunales
Autopercepción positiva y negativa. La encuesta de autopercepción ilustró sobre barreras prácticas y simbólicas para competir por los cargos. La dificultad para compatibilizar las tareas de cuidado con la carrera profesional, es uno de los factores disuasivos a la hora de que las mujeres decidan concursar. Las abogadas se ven con menos chances y más dificultades lo que termina desalentando su participación en los concursos para ascender.