Copa reanuda sus vuelos a Panamá desde el 17/11
Según la comunicación cursada por la aerolínea panameña a las agencias de viajes y operadores, ya está publicada en su sistema la programación de noviembre y diciembre, que prevé tres vuelos semanales (miércoles, jueves y sábados) Córdoba – Panamá, desde el 17 de noviembre. En diciembre, serán cuatro frecuencias semanales, al sumarse los lunes. Además, la información a las agencias señala que desde el 2 de diciembre se reanudarán los vuelos desde Mendoza al aeropuerto de Tocumen, en Panamá, con tres frecuencias semanales.
“Así –afirmó–, tenemos Córdoba a Buenos Aires (con 36 frecuencias), a Mendoza, Salta, Neuquén, Bariloche, Tucumán, Jujuy e Iguazú y estamos relanzando el vuelo a El Calafate” (a partir de mañana).
“En noviembre y diciembre estaremos aumentando la oferta: a Mendoza (de cinco frecuencias pasan a seis); Salta (de tres a cuatro); Bariloche (de tres a cinco); Tucumán (de dos a cuatro), y retomamos la ruta a Ushuaia desde el 2 de noviembre con dos frecuencias semanales”, agregó.
Y en el verano, se incrementarán más esas frecuencias: Mendoza pasaría a ocho vuelos semanales; Salta, seis; Neuquén, tres; Jujuy, tres, y además de El Calafate y Ushuaia, que se mantendrán, van a operar cuatro frecuencias a Mar del Plata, dos a Trelew y dos a Resistencia.
“Esto revela –aseguró– la importancia del hub de Córdoba: vamos a tener tres aviones posicionados acá para operar directamente 12 rutas a otras tantas provincias, conectividad norte – sur y Córdoba como destino emisivo y receptivo. No es solamente un centro de distribución (hub) sino también el segundo aeropuerto emisivo más importante de la empresa. Por eso hablamos del hub pero también de la importancia del nodo Córdoba para la compañía y para el país”.
Por último, reiteró que “además de las 12 rutas directas, tendremos 17 rutas inter tramos, con una conectividad en Córdoba de un máximo de dos horas”. ‘L´Avenir’. En 1911 se suicidó juntamente con su esposa, Laura Marx.
El amor por el trabajo es, para Lafargue, una locura. Insta a reaccionar contra esa aberración mental a los curas, economistas y moralistas que sacralizan el trabajo. “Hombres ciegos y limitados quisieron ser más sabios que su Dios”, quien habría maldecido el trabajo, según él. Destaca las razas malditas en las cuales el trabajo es una necesidad orgánica: los gallegos, escoceses, chinos, auverneses, pomeranios y, en general, los campesinos propietarios y los pequeños burgueses.
El modo de producción capitalista se caracteriza por la propiedad privada de los medios de producción, los que se generan por el ahorro: esa represión al instinto de consumo es una virtud laica o religiosa. Incluso Freud sostuvo que la civilización es represión.
La degradación del trabajo, la utopía de Lafargue, transformada en hedonista y consumidora. La exaltación del gasto y las posesiones materiales no conforman un hedonismo utilitarista; el trabajo y el ahorro lucen ausentes.
Samuel Smiles (1812 1904), autor de raza maldita (escocés) fue un ejemplo victoriano sobre cómo la actuación colectiva capitalista promovió el desarrollo para que la posteridad rindiera culto al consumo. Para Smiles, el conocimiento es, en sí mismo, uno de los goces más grandes. No obstante, es su obra ‘Self Help’ advierte que la auto-educación no asegura la riqueza. El punto nodal al que hay que apuntar es su ejemplo: su deber no estuvo nunca en ninguna plataforma pública, estaba en su oficina con su trabajo. “El capitalismo es meramente un hombre que no gasta todo lo que gana trabajando”.