Berlusconi y sus escándalos
Vladimir Putin y su influencia en la política italiana fueron uno de los temas que dominaron la campaña electoral para los comicios de hoy. Primero fueron los vínculos de Matteo Salvini con Moscú, que incluían una visita a la capital rusa financiada por el Kremlin de la que desistió ante la tormenta que se avecinaba y, ya en el tramo final, sumó su aporte un gran abonado a los escándalos, que jalonaron sus dos largas décadas como primer ministro: Silvio Berlusconi.
En una entrevista que concedió al popular programa televisivo
como cierre de campaña, Il Cavaliere que este martes cumplirá 86 años, Berlusconi ofreció una polémica descripción de las razones que llevaron a Putin a invadir Ucrania: “Las tropas debían entrar, en una semana llegar a Kiev, sustituir el gobierno de Zelenski por un gobierno de gente decente y en una semana volver. En cambio, encontraron una resistencia imprevista, que se fortificó con armas de todo tipo procedentes de Occidente”. También dijo que el presidente ruso “cayó” en la necesidad de lanzar la “operación especial” –el italiano no utilizó la palabra guerra, tal como establece la narrativa de Moscú– porque una misión de las autoproclamadas repúblicas prorrusas del Este europeo habían sensibilidado a la opinión pública de Rusia denunciando que el gobierno de Kiev los atacaba cada vez más y ya tenían miles de muertos.
Al estallar la polémica, Berlusconi apeló a la más vieja explicación: sus palabras habían sido “simplificadas”, aseguró, y su partido precisó que había considerado a la guerra “injustificable e inaceptable”, y que siempre había sido partidario de la OTAN.
Pero en Kiev molestó y mucho su alusión a que Putin quería colocar en el gobierno ucraniano a gente “decente”. Seriiy Nykyforov, el portavoz del presidente Volodimir Zelenski, recordó que el presidente ruso “ha estado en el poder durante más de 20 años. Mató o encarceló a opositores políticos. Envió un ejército de asesinos violadores al territorio de un estado soberano. Organizó una masacre en Siria, es responsable del derribo de un avión de pasajeros con trescientas personas en 2014”.
“Y ahora amenaza con armas nucleares. Entonces, si entendemos bien, Berlusconi confía en él y usa su ejemplo para definir quién es una persona respetable y quién no”, concluyó el portavoz de Zelenski.
La coalición derechista formada por el partido posfascista Hermanos de Italia (Fratelli d’Italia, FDI) de Giorgia Meloni, la Liga de Matteo Salvini y Forza Italia (FI) del magnate Silvio Berlusconi lidera todas las encuestas que se pueden divulgar hasta dos semanas antes del sufragio, con alrededor del 45 al 47% de las intenciones de voto, frente al 22% de la coalición de izquierda encabezada por el Partido Democrático (PD, centroizquierda).
Según el acuerdo vigente desde hace años entre los líderes de los partidos de derecha, la formación más votada será la que designe al candidato a jefe de gobierno. FDI va por delante de sus aliados, con cerca del 24% de las intenciones de voto, frente al 12% de la Liga y el 8% de Forza Italia, según los sondes.
Si las urnas confirman los