Destruir lleva un instante, reconstruir requiere generaciones
medicamento que, lejos de curar, puede dañar. Tenemos que cuidar y jerarquizar a las y los trabajadores de la salud. Y una vez más surge la pregunta: ¿cuál de las reformas propuestas colaboran con este fin?
Al mismo tiempo, desregular el precio de las cuotas de la medicina prepaga desarticula el sistema de salud en lugar de integrarlo. Los tres subsistemas son interdependientes y solidarios: no es posible reformar uno sin que tenga impacto en el resto. se ve dificultado. Un Estado que no regula el acceso a la salud obliga a sus ciudadanos a una peor calidad de vida. Especialmente a quienes no cuenten con tiempo y recursos para ir a la Justicia que, al mismo tiempo, se sobrecargará aún más.
El acceso a la salud y a una mejor calidad de vida tampoco es posible en un país sin un sistema científico tecnológico sólido y de calidad. El desarrollo de la investigación es un puente entre la producción de conocimiento su objetivo primario: construir una sociedad sin violencia basada en género. La propuesta desconoce que esta no se refiere, únicamente, a la violencia intrafamiliar ni que no es responsabilidad, únicamente, de los organismos competentes. La violencia de género no es un tema exclusivo de las mujeres y nosotros, los varones, tenemos mucho que aprender y aportar.
Evitar la violencia es, también, sostener espacios de promoción y protección de derechos, como el Inadi, instituto pionero en la lucha contra la discriminación, el racismo y la xenofobia. Sobre todo, en épocas en donde arrecian mensajes violentos contra diferentes colectivos en relación con el género, la orientación sexual, la identidad de género, la nacionalidad y la religión, entre otros.
Hablar de salud es evitar las muertes por abortos clandestinos. La reforma a la ley de los mil días deja abierta
Evitemos que el apuro y la falta de reflexión nos lleve
a daños irreparables
la posibilidad de que la búsqueda activa de embarazadas vulnerables resienta su autonomía para continuar o no con el embarazo y las empuje a los abortos clandestinos. El sistema de salud tiene que buscar a todas las personas para acercarlas a las mejores medidas preventivas y curativas, no solo a algunas, en una etapa de la vida, y mucho menos con motivos sesgados.
Como se dijo al principio, nos queda mucho por hacer: demos todos los debates necesarios para mejorar la calidad de vida de la población, pero evitemos que el apuro y la falta de reflexión nos lleve a daños irreparables. Destruir lleva un instante, reconstruir requiere generaciones.