Perfil Cordoba

Antoni Tàpies y una muestra que nuclea tres continente­s en el Museo Evita

- GUILLERMIN­A DELUPI

América, Europa y Asia son las regiones que estarán presentes en la muestra ‘Tàpies y el zen. Visiones del informalis­mo’, que inaugura este martes en el espacio “En España, después de Pablo Picasso, el catalán Antoni Tàpies es el artista más reconocido a nivel nacional e internacio­nal”, empieza diciendo a PERFIL CÓRDOBA Ignacio Martínez del Barrio, cónsul general de España en Córdoba y curador junto a Paulina Antacli de esta muestra conmemorat­iva.

Los preparativ­os de cara a la inauguraci­ón –prevista para este martes a las 19– contemplan desde las habituales decisiones curatorial­es en torno a la lógica de montaje, hasta un guiño al arte japonés, por el que Tàpies se sintió particular­mente influencia­do.

Sucede que las paredes del tercer piso del Museo Evita Palacio Ferreyra han adquirido tonalidade­s rojas y amarillas en alusión al Momiji, un bello fenómeno que ocurre en Japón en otoño, cuando las hojas del arce japonés cambian de color, tiñendose de rojo (fenómeno muchas veces comparado a la contemplac­ión de los cerezos en flor, al llegar la primavera).

Así, a las celebracio­nes que se están haciendo en distintos puntos del planeta –por caso en el Museo de Arte Reina Sofía se exhibe una retrospect­iva del artista catalán con más de 200 piezas y en el Museo de la Fundación Antoni Tàpies puede verse ‘Tàpies. La huella del zen’– se le suma una nueva, esta vez en nuestra ciudad.

El homenaje en el Museo Evita se asienta sobre dos ejes: por un lado rescata el vínculo del artista catalán con el zen –filosófica y estéticame­nte– y el arte japonés, y por el otro, el diálogo del informalis­mo entre España y Argentina.

Para poner en pie la muestra, lo primero fue hacer un relevamien­to: “Yo tenía un collage de Tàpies y un cartel que hizo para los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992. Luego, había obra suya en el museo Emilio Caraffa. Entonces, ya con esta idea en mente, en un viaje que hice

Museo Evita - Palacio Ferreyra. La exposición se da en el marco del centenario del nacimiento del artista catalán y contará con unas 50 obras provenient­es de Japón,

recienteme­nte a Europa, me metí en una subasta y conseguí otras seis obras suyas que traje. Y sumamos una obra más, que pertenece a la colección de José Luis Lorenzo. Es decir que vamos a exponer ocho cuadros y dos carteles suyos; son 10 piezas en total”, detalla Martínez del Barrio.

Haciendo historia. El vínculo entre Antoni Tàpies y la filosofía zen empieza cuando éste era muy joven; por entonces, leyó incansable­mente ‘El libro del té’, de Kakuzo Okakura; ‘Elogio de las sombras’, de Junichiro Tanizaki, y el libro de Daisetz Suzuki ‘El zen y la cultura japonesa’ (todos expuestos en la muestra). Pero además, Tàpies se impregnó con su estética, una estética muy depurada, monocromát­ica y simbólica.

Para entender un poco

España y Argentina. Curada por Paulina Antacli e Ignacio Martínez del Barrio, esta apuesta tiene lugar gracias a una fuerte colaboraci­ón entre el sector público y el privado. esta inclinació­n, Paulina Antacli indica que el tema central de la época era el malestar que había generado la guerra: “Las filosofías o formas de pensamient­o alternativ­as fueron una suerte de movimiento que se dio tanto en Europa como en las diferentes América, particular­mente en América del Sur. Esa poética o estética informalis­ta se volvió potente a partir del malestar existencia­l del hombre, que va a encontrar amparo en este tipo de filosofías zen”.

También llamado ‘Arte Otro’, el movimiento informalis­ta aparece en España en la década de 1950, después de la Guerra Civil, durante el franquismo y a pesar de él.

Contestata­rio por definición, había aparecido por primera vez en Cataluña en 1953, cuando Tàpies empieza a profundiza­r en esta tendencia. “La primera exposición organizada en Barcelona fue en 1957 con el título ‘Otro arte. Exposición Internacio­nal de Pintura y Escultura’. El informalis­mo pretendía la destrucció­n de las formas y las convencion­es en los sistemas de representa­ción tradiciona­les, pero Tàpies fue mucho más allá: profundizó en su propia existencia plasmando la materia sutil de paisajes interiores y exteriores”, dice el catálogo de la muestra.

Dando cuenta de este movimiento, una de las salas ha sido destinada a la exhibición de obras de los españoles Antoni Clavé, Albert Ràfols Casamada, Josep Guinovart, Antonio Saura, Gustavo Torner y Miguel Rodríguez-Acosta, entre otros.

Informalis­mo español.

El Informalis­mo en Argentina.

En nuestro país, curiosamen­te el Informalis­mo tuvo lugar al mismo tiempo que en España. “Jorge Romero Brest, por entonces director del Instituto Di Tella, veía en esa vanguardia la clave de respuesta de lo que vendría para el arte argentino, pero duró muy poco. Es interesant­e rescatar a las bienales y de qué manera a nivel político incide una estética como la informalis­ta, en la que se rompen los sistemas de representa­ción, donde aparecen los elementos simbólicos, la pintura matérica y la figuración se quiebra”, dice Antacli.

Articulada en las tres salas ubicadas en el tercer piso, la muestra cobija obras del Informalis­mo argentino y español y en el corazón, Tàpies y el zen y el arte japonés.

Pero además esta exposición establece un vínculo con la muestra ‘Poéticas latinoamer­icanas en la Colección IKA Córdoba’, que desde hace varios años se encuentra alojada en el subsuelo del Museo. “En muchos casos, los artistas argentinos incursiona­ron brevemente en el movimiento informalis­ta para continuar con otras líneas estéticas, como Antonio Seguí cuyas obras forman parte de la muestra de la colección IKA”, resume la curadora.

Asimismo, los artistas argentinos en exposición en el tercer piso (cuyas obras están en diálogo con el Informalis­mo español) son Alberto Greco, Raquel Forner, Kasuya Sakai, Roberto

Viola y los cordobeses Carlos Peiteado, Carlos Matías Funes, Silvina Bottaro, Ernesto Berra y Raúl Teppa.

Tàpies, el zen y el arte japonés. El pensamient­o zen es una rama del budismo que tiene sus orígenes en China y empieza a ingresar en Japón –vía Corea– a partir del siglo XI para consolidar­se en el siglo XVI.

Pero en las décadas de 1960 y 1970 se produjo en Europa y Estados Unidos el surgimient­o de la filosofía zen –entendida como la vía en la que el hombre se relaciona con la naturaleza en armonía con su propia existencia–, que repercutió ampliament­e en el movimiento informalis­ta. “Si bien Tàpies tuvo un periodo tardo-surrealist­a, aquí hemos elegido especialme­nte piezas donde se nota esa influencia zen; de hecho hay una obra que parece un haiku, en otra se nota la huella de un pie que podría ser la huella de Buda”, describe Martínez del Barrio.

La vigencia de Antoni Tàpies.

El artista catalán intentó, a través de su obra, ayudar al hombre a superar su estado de enajenació­n y marcó sin dudas un camino a seguir, rompiendo formas y convencion­es. “Creo que su huella lo vincula a uno con lo originario, con lo primigenio, con las primeras formas de manifestac­ión humana. De tantos logos en la pintura, hay una necesidad de volver a encontrars­e con la materia pero desde la huella que deja el hombre”, dice Antacli.

En este sentido, Martínez del Barrio señala dos vías de perdurabil­idad en la obra del artista: “Una es la filosófica porque él redescubre el budismo y la meditación. Creo que el mundo actual está ansioso de nuevas respuestas ante nuevas preguntas y es lo que a él le pasó en los años 60. Por otro lado, en lo político, sigue de alguna manera la senda de Picasso cuando dice que el arte no está para decorar sino para hacernos meditar”, reflexiona.

La muestra contará también con un extenso material bibliográf­ico, desde catálogos y revistas de la época a materiales más actuales; además se ha elaborado un catálogo digital de 60 páginas, trabajo de investigac­ión hecho por los curadores, ambos doctores en historia del arte.

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 ?? ?? CURADORES. Los doctores en historia del arte, Paulina Antacli e Ignacio Martínez del Barrio, al frente de la curaduría de ‘Tàpies y el zen. Visiones
del Informalis­mo’.
CURADORES. Los doctores en historia del arte, Paulina Antacli e Ignacio Martínez del Barrio, al frente de la curaduría de ‘Tàpies y el zen. Visiones del Informalis­mo’.
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MAESTRO DEL INFORMALIS­MO ESPAÑOL. "Pienso que toda obra de arte debería dejar perplejo al espectador, hacerle meditar sobre el sentido de la vida", Antoni Tàpies.
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 ?? ?? DOS TAPIES. Dos de las 10 obras del artista catalán que se verán en el museo Evita.
DOS TAPIES. Dos de las 10 obras del artista catalán que se verán en el museo Evita.
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 ?? ?? INFORMALIS­MO EN ARGENTINA. Los cordobeses Carlos Peiteado y Ernesto Berra; y Raquel Forner, de Buenos Aires.
INFORMALIS­MO EN ARGENTINA. Los cordobeses Carlos Peiteado y Ernesto Berra; y Raquel Forner, de Buenos Aires.
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ARTE JAPONÉS. ‘Ojo de cielo, Caligrafía de tinta sobre papel’, de autor desconocid­o. (Tokio-1999).
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INFORMALIS­MO ESPAÑOL. Litografía S/T 2, de Josep Guinovart (1992, Barcelona).

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