Racing-Vélez, la intrascendencia pura
Es raro ver a Racing y Vélez, dos grandes, caminando a esta altura del torneo por el medio -y por abajo- de la tabla de posiciones, en una situación neutra, con objetivos desperdigados por otro lado. Es raro ver a dos equipos que disputaron un primer tiempo de ida y vuelta, pero sin emociones fuertes, y que no lograron romper el 0-0 para quedar, otra vez, en el medio -y por abajo-: el mismo lugar en el que estaban -y están-.
En la primera parte hubo intenciones, pero pocas acciones. Apenas un disparo al arco de Zuculini que salió cerca. Y un corner de Federico Insua, dos minutos más tarde, que casi se mete en el arco de Racing, si no hubiera sido porque Saja estaba atento.
Cuando atacaba, Racing lo hacía con mucha gente y por las bandas. Incluso se transformó en un equipo de derecha: buscó siempre por el costado de Papa. Pillud probó en una ocasión desde ese sector. Y no hubo mucho más.
Vélez se paró bien y dominó el mediocampo, pero encontró a Racing, que sueña con la Sudamericana, bien parado atrás. Y no pudo sorprenderlo. Con la cabeza puesta en la Libertadores, los de Liniers no parecieron sufrir la racha de seis partidos sin victorias. Vélez llegaba con traspiés ante Colón y Newell’s en su espalda (el duelo contra Tigre de la fecha pasada fue suspendido). Y sin embargo, no mostró preocupación ante la falta de ideas. El adiós al campeonato es una certeza: habrá que acostumbrarse a ver a un equipo con esta actitud neutra de acá al final del campeonato.
En el complemento, el irregular Racing salió dispuesto a enderezar su camino disconti- nuo en este Torneo Final. Fariña –de los mejores hombres de la cancha- y Vietto tuvieron oportunidades. Y la más clara llegó a los 13, en los pies de Zucculini, que recibió un pase de Fariña, se sacó al arquero Sosa de encima en una baldo- sa, pero falló en la definición ante el arco. Increíble.
A los 28, Ricardo Centurión ingresó y así volvió a jugar después de cinco meses por una operación en el tobillo derecho. Fue la noticia positiva para los de Avellaneda, que habían perdido profundidad.
Raro: 90 minutos de fútbol flojo para un final que dejó a los dos igual que al inicio. O peor: ahora Vélez suma siete fechas sin ganar. Ahora Racing acumula cinco partidos sin triunfos como local.