Decepción en Hacienda: esperaban que el costo de vida se redujera más
del ingreso. Y el salto en la inflación inmediato necesariamente iba a empeorar en el margen las estadísticas de pobreza por ingresos.
Era evidente que iba a caer el poder adquisitivo. Lo crítico era atenuar el impacto en los sectores de menores recursos, algo que se logró en parte con la tarifa social.
Todas las alternativas del Gobierno tenían un costo. Buscaron un punto medio entre shock y gradualismo.
T: C:
—¿La caída de la inflación hacia fin de año puede reducir el atraso del tipo de cambio o hay que esperar otra devaluación?
GF:
El control de la inflación por debajo del 1,5% mensual en el segundo semestre va a disminuir el ritmo de apreciación, sumado a una eventual corrección moderada del precio nominal, si es que se reducen las tasas de interés.
De cara a 2017, el Gobierno va a usar el dólar como semiancla de los precios, por lo que, más allá de movimientos tácticos en el medio, no es esperable una mejora en el tipo de cambio real contra el dólar; más bien al contrario.
Si el tipo de cambio queda quieto, por más que baje la inflación hay atraso igual. Si baja la inflación, el deterioro será menor
No llamaría a la situación actual “atraso cambiario”, pero hay que estar atentos.
DP: T: C:
La inflación de junio, que el Indec dará a conocer en los próximos días, será una noticia no tan optimista para el equipo económico, ya que en el Palacio de Hacienda los funcionarios admiten que si bien el nivel de incremento de precios se viene desacelerando, no llegó a lo que “era deseable o esperable” para el sexto mes del año.
“La inflación fue bajando en el mes de junio, hubo una evolución de los aumentos bastante más baja que en mayo, pero esperábamos que los niveles de incrementos fueran algo inferiores a los que se dieron”, puntualizó un impor tante f uncionar io que acompaña al ministro de Hacienda Alfonso PratGay en su gestión.
Si bien aún faltan unos días para que el Indec difunda la cifra de inflación del mes pasado, en el Palacio de Hacienda se especula que la cifra se ubicaría entre el 2,7 y el 2,9%, es decir, rozando el 3%. Consultoras privadas como Elypsis, del economista Eduardo Levy Yeyati, sin embargo, anotaron para junio una suba de precios del 2,2%, luego de que en mayo superara el 4%.
“Es una baja considerable con respecto a mayo, pero debo admitir que estimábamos algo más de desaceleración de los precios”, puntualizó el mismo funcionario consultado. Es decir que en junio el aumento del costo de vida estaría rozando el 3%, contra un 4,2% que difundió el Indec sobre la evolución de los precios de mayo.
Algunos consultores que fueron difundiendo estimaciones en estos últimos días dan cuenta de un nivel inflacionario de junio algo más bajo, es decir, entre el 2,4 y el 2,7%.
Para el economista Aldo Abram, el nivel de inflación está bajando y aún quedan efectos de incrementos de valores por el reacomodamiento de los precios relativos. “Considero que la baja de inflación se va a seguir dando en forma paulatina, hasta llegar hacia el último trimestre en un nivel inflacionario mensual del orden del 1,5%”, resaltó el economista.
Por su parte, el economista y consultor Raúl Ochoa sostiene que aún permanecen los efectos del reacomodamiento de precios internos.