Perfil (Domingo)

Recalculan­do los precios

- ARIEL COHEN

Este miércoles se cumplirá un mes desde que José López fue sorprendid­o arrojando bolsos con US$ 9 millones detrás de las paredes del monasterio de General Rodríguez. Treinta días de gracia que tuvo el Gobierno para cambiar la agenda y viajar rápidament­e al futuro. Lo pudo hacer en gran medida, pero volvió al presente ayudado por la indómita Justicia, que paralizó el esquema de eliminació­n de subsidios vía tarifazos de gas, electricid­ad y agua. El salvocondu­cto temporal lo encuentra recalculan­do y rebalancea­ndo cuentas fiscales y costos políticos. Explicando la necesidad de medidas de extrema dureza.

Mientras en Gobierno, como se explica en la página 25, se evalúan cursos de acción ante la Justicia, ayer Mauricio Macri terminó por hacerse cargo de la cuestión con dos recursos políticos: en su discurso en Tucumán insistió con lo que planteó el viernes en Humahuaca, tirándole la responsabi­lidad a la pesada herencia por el ajuste que recae sobre los que sufren. Pero también se colocó como garante personal, como hasta ahora no lo había hecho, sujeto él central de las decisiones políticas de Cambiemos. “Si hubiera encontrado otra posibilida­d no lo habría hecho”; “tengo que cuidarlos”, insistió sobre las medidas duras que recaen en la gente. Su sacrificio personal de la primera persona sería, a la vez, una convalidac­ión de lo actuado en el Gobierno y síntoma del fracaso de la estrategia puesta en marcha para eliminar los subsidios.

La llegada de la cuestión a la Corte Suprema de Justicia evocó otro momento de la historia, el del rebalanceo de las tarifas telefónica­s. A diferencia de entonces, la actual Corte no presenta al Ejecutivo las garantías que la conformaci­ón de ese momento le daba al Ejecutivo menemista. Ahora no se sabe qué sucederá. Pero ambos casos reflejan el tema de los subsidios en el fondo. Aquél era el desmantela­miento del financiami­ento de la antigua Entel. Hasta 1997, después incluso de la privatizac­ión del servicio, las llamadas locales prácticame­nte eran gratuitas y muy baratas. Hablamos de llamadas en teléfonos fijos. Hasta principios de los 90 había pocos teléfonos “medidos” en las casas, por caso. Las llamadas de larga distancia eran descomunal­mente caras. Financiaba­n la pérdida del servicio local. Para atraer inversione­s en el servicio, se dispuso una reducción de larga distancia y se subían hasta 80% las locales. En un contexto sin inflación. La pelea judicial duró un año, con fallos encontrado­s. Ahora, los veredictos sobre las tarifas de gas y electricid­ad son unánimes: todos en contra. ¿Dónde estuvo la falla?

Mientras dilucida las responsabi­lidades políticas, el Gobierno apuesta cada vez más al peso que la obra pública tendrá en la estabiliza­ción y reactivaci­ón de la economía, objetivo cada vez más lejano del meridiano de mitad de año. Sostenidos por el costo del dinero que a nivel global permanece planchado, Hacienda y el Banco Central intentan recuperar márgenes de maniobra que les da incluso la crisis europea para sostener la tesis de que, por el momento, los desvíos fiscales pueden cubrirse con el financiami­ento internacio­nal. El Central sigue encontrand­o señales de caída de la inflación core, o insiste en mantener la señal de expectativ­as con reducción sistemátic­a de tasas de interés.

Del otro lado, para la economía real, viene acusando recibo de las señales de los inversores internacio­nales que siguen explorando su desembarco. Las giras de Alemania y Estados Unidos de la semana pasada se lo confirmaro­n. Por un lado, se habla del factor “demanda de Brasil”, que todavía no aparece en las apuestas con destino regional. También escucharon que necesitan conocer la sustentabi­lidad de las económicas. El caso del pueblo vs. tarifazos no ayuda. Y, finalmente, la inflación y su sendero decrecient­e.

A pesar de las proyeccion­es, todas hacia la baja, la sociedad está haciendo frente a una virtual ausencia de precios en la economía. El viernes, por ejemplo, la torpe patoteada de un tipo de a pie a Alberto Fernández, en Patio Bullrich, ocultaba un fenómeno sorpresivo: la tormenta de liquidacio­nes que primerísim­as marcas están ofreciendo al público ABC1 del shopping más cheto de la República. Ambos de Hugo Boss, camisas y pantalones Christian Lacroix con rebajas de hasta 50%, quedaron emparentad­os con la tormenta de descuentos de los supermerca­dos de este fin de semana, por ejemplo, en Coto. Salvando la obscena distancia entre un refinado traje y un indispensa­ble bife en la mesa o la imprescind­ible calefacció­n en el hogar, pone de relieve que no alcanza con un mes de tregua política. Que no hay bolsón de dólares que pueda laudar entre las necesidade­s insatisfec­has y el malhumor social. Entre la especulaci­ón y la insensibil­idad social, de las cuales, en el Gobierno, entre los empresario­s y los políticos anidan responsabi­lidades.

 ?? FOTOS: CEDOC PERFIL ?? Poco dinero en el bolsillo y precios que aumentaron irracional­mente, en crisis.
FOTOS: CEDOC PERFIL Poco dinero en el bolsillo y precios que aumentaron irracional­mente, en crisis.
 ??  ?? OFERTAS.
OFERTAS.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina