Spencer tunick desnudó y coloreó a 3.200 ingleses
Su nombre está indefectifectiblemente asociado a la palabra desnudo. Y no uno individual, sino masivo y realizado en espacios urbanísticos que definen a ciudades universalmente conocidas como París, Londres, Nueva York, Roma y también Buenos Aires.
Spencer Tunick estuvo en la capital argentina en abril de 2002, en un Buenos Aires que había apenas dejado atrás el fatídico fin de año de 2001. Con una economía quebrada, su apelación a los argentinos a “ponerse en bolas” con el Obelisco de fondo resultaba una metáfora perfecta de cómo estaba el país en su peor crisis económica. A diferencia de los abriles de los últimos años, ese sábado 6, estuvo nublado y frío. Sin embargo, unas 450 personas posaron desnudas para Tunick y la foto integró luego una exposición junto a imágenes registradas en otras partes del mundo. Luz, cámara, click... Después de un tiempo de no tener visibilidad mediática, este año, reinició su periplo en busca de nuevas imágenes con cuerpos desnudos.
Así en junio pasado logró reunir a seis mil hombres y mujeres de diferentes edades –se esperaban diez mil– en la plaza Bolívar de Bogotá, a poca distancia de la residencia presidencial, la municipalidad y y la catedral de la ciudad.
La consigna de Tunick fue reivindicar la belleza y la naturalidad del cuerpo humano frente a las instituciones del poder colombiano. Tributo coloreado. Ayer el lugar elegido fue la ciudad de Hull, en Yorkshire, Inglaterra. Este fue un trabajo por encargo que esa ciudad le hizo a Tunick en el marco de los festejos que hará en 2017 como Capital de la Cultura inglesa.
Hull es una ciudad costera y su historia está ligada na-
Para este fotógrafo posaron desnudas frente al obelisco porteño 450 personas en 2002
turalmente al río homónimo. Por ese motivo, esta vez Tunick llamó Sea of Hull (mar de Hull) a esta “instalación viviente” y por ello, desde las 3 de la mañana de ayer, pintaron a los 3.200 participantes en cuatro tonos de azul.
Con un cielo nublado y un clima también fresco, esa marea humana posó en varios espacios de la ciudad durante tres horas.