Miles de venezolanos cruzan a Colombia para hacer compras
—Viajé en marzo a La Habana y estuve cuatro horas reunido con los negociadores del gobierno colombiano y con seis o siete jefes de las FARC. Salvo Timochenko, que no suele participar de los diálogos, estaba toda la cúpula mayor de la guerrilla. Fui convocado por el gobierno, que previamente había consultado a las FARC.
—¿Hubo una segunda reunión más informal?
—Sí, al día siguiente. Entre los dirigentes guerrilleros hay algunos con vocación política y otros con una mirada más ejecutiva. Estos últimos quedaron interesados y me pidieron volver a vernos.
—¿Cómo se sintió junto a los líderes guerrilleros?
— Muy bien. Había u na sensación de mucha atención, silencios, preguntas. Me sentí muy cómodo. Yo tengo mucha empatía con la gente de campo, porque vengo del campo y conozco sus problemas. A pesar de la lucha armada, los miembros de las FARC son gente rural. Cuando el objetivo es la paz, uno debe tener una total apertura. Hay un plano de lo legal que transcurre por el carril de la justicia. Yo no fui allí para juzgar, sino para aportar al proceso.
—¿Qué negociaron hasta ahora las FARC y el gobierno sobre el tema de la tierra?
—Restitución de tierras. En fue lo que disparó el conflicto.
—¿La propuesta que usted llevó es sobre eso?
—No, la restitución forma parte de las negociaciones entre las FARC y el gobierno. Nuestra propuesta tiene que ver con lo que ellos pueden hacer una vez que obtengan esas tierras. El mensaje que les transmití es que la propiedad no resuelve la pobreza: deben preguntarse cómo
—Se mostraron muy interesados. Para ellos era un punto de vista diferente y por eso me pidieron la segunda reunión. Estamos hablando de varias generaciones que han estado pensando en la lucha armada, y no en la producción. Para ellos, todo esto es un gran proceso de cambio que implica la revisión de sus propias creencias.
Este es un gran proceso de cambio para gente que durante varias generaciones pensó en la lucha armada y no en la producción.
—¿Ve predisposición de los terratenientes a contribuir con este desarrollo?
—La paz sólo se logrará cuando haya un nuevo “nosotros”, y eso implica que campesinos y terratenientes trabajen juntos en un nuevo ecosistema rural. Con auspicio de Cuba, gobierno y guerrilla negocian la restitución de tierras, entre otros puntos. El gobier no de Venezuela abrió ayer por 12 horas el paso peatonal en el puente internacional Simón Bolívar, que une a la localidad venezolana de San Antonio del Táchira con la colombiana de Cúcuta, para permitir a los venezolanos cruzar la frontera para comprar los productos básicos de todo tipo que faltan en su país.
La apertura se hizo un día antes de lo anunciado por el gobernador del Táchira, José Vielma Mora, que había informado que hoy se abriría el paso “sin ningún problema”.
La información acerca de la apertura de ayer se conoció a través del canal estatal VTV, que mostró a personas de Cúcuta y asegurando que perdieron el tiempo pues contaban con que podrían comprar productos a precios más bajos que los venezolanos.
Esas imágenes se contradicen con lo que se vio el domingo pasado, cuando unos 35 mil venezolanos cruzaron el paso fronterizo entre San Antonio del Táchira y Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, para comprar medicamentos y alimentos.
Ayer, el gobierno colombiano confirmó que hoy también permitirá la entrada por lo puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander a los ciudadanos venezolanos.
Los pasos, precisó la cancillería, serán habilitados para el tránsito de ciudadanos venezolanos entre las seis de la mañana y las nueve de la noche.
“Nosotros no vamos a poner ninguna traba, ningún problema, el que quiera pasar va a pasar (...) yo no tengo problema”, dijo el gobernador Vielma Mora .
Seg ún la Cancillería colombiana, el objetivo de estas jornadas “es apoyar de forma solidaria a la población que solicita la entrada transitoria al territorio colombiano, cooperar en asuntos que incidan positivamente en la zona de frontera y avanzar hacia una apertura segura y sostenible de la misma”.
Los venezolanos deben tener en cuenta que cuando crucen la frontera las autoridades migratorias colombianas exigirán “el documento de identidad, que puede ser la tarjeta de identidad, la cédula de ciudadanía o el pasaporte”.