Una práctica ancestral
El movimiento de los astros genera vinos que los sommeliers recomiendan cada vez más (arr.). En Dinamia (ab. izq.) y Chakana (ab. der.) entierran estiércol en cuernos de vaca, con principios equivalentes a los de la homeopatía y utilizan un almanaque lunar para determinar la producción. jojoba, centeno, yerba mate, nuez pecan, hierbas aromáticas y otras medicinales.
En ese proceso de certificación se encuentra la bodega orgánica Chakana, que también elabora sus vinos siguiendo el calendario lunar. “Nosotros hacemos una reinterpretación de esta mística, ya que como productores significa casi un salto de fe”, indica Juan Pelizzatti, socio gerente. “Lo que está probado es que la luna tiene verdaderos efectos sobre los cultivos, y también que los planetas influyen en el clima terrestre. Así, lo que se construye es un calendario que, de acuerdo a la posición que toma la Luna a través de las constelaciones, determina qué días son más propicios para la poda o la cosecha”, agrega. Otras bodegas tradicionales, como Escorihuela y Ernesto Catena, producen algunas de sus etiquetas con la misma filosofía. Tierra “sana”. No sólo los astros influyen en estos vinos. Los productores biodinámicos también usan preparados na- turales, equivalentes a las recetas homeopáticas pero para la tierra. El más popular consiste en cuernos de vaca, rellenos con estiércol y enterrados durante seis meses. Luego, el contenido se diluye en agua y se rocía sobre la superficie del viñedo, lo que nutre el suelo de microorganismos necesarios para el desarrollo de la uva. Alex Macipe, director de la bodega Krontiras, aseg ura: “No es una ciencia ni una religión. Queremos que la finca llegue a su balance normal sin modificar la estr uctura química del suelo. Por eso, acompañamos ese proceso de la forma más natural posible: de una uva sana, sale el mejor vino”. Desde que se comenzó a estudiar la astrología, se les dio suma importancia a los tránsitos lunares y a los eclipses para los momentos en que se comenzaba una cosecha, o como guía a la hora de sembrar y cultivar.
El ser humano nace y lo primero que tiene que hacer es comer, y así es que empieza a notar, naturalmente, que cuando la Luna está de una determinada manera, las cosechas se dan bien. Eso es por lo primero que se les empieza a prestar atención a las estrellas y a la Luna. Con el tiempo, los agricultores empezaron a darse cuenta de que estaba bueno.
La Luna es fundamental: gracias a que existe, nosotros podemos funcionar. Es un satélite que influye sobre las emociones del ser humano, y también sobre las mareas. Sus eclipses son importantes. En las plantas también tiene incidencia, no solamente en los cuartos de luna, sino además por los signos por los que pasa.
Esta es una sabiduría que se lleva más desde los ancestros. Muchas personas de campo, que quizá no lo estudiaron a conciencia, les dan importancia a estas cosas, porque vivieron observando que con la Luna de un modo la cosecha se volvía mejor o peor.
Me parece muy positivo que los productores de vino empiecen a escucharlo y a darse cuenta de que hacer productos realmente conectados con la tierra no se trata solamente de poner un fertilizante y ya.
Según la posición de la Luna en las constelaciones, se decide cuándo sembrar o cosechar