LIBRO DESTACADO
de las ciencias humanas y a sus puntos de intersección–, con el libro, con la pluma y la palabra. Y de ese tímido comienzo brotaron textos de ciencias naturales, de educación, de historia, de urbanismo, de medicina, de derechos humanos, de filosofía, de música – de todo, como para perderse un rato en el laberinto de páginas.
Los números redondos –el veinte, en este caso– tienen una cierta fascinación esotérica que nos hace ponernos pensadores, profetas, analistas. Y así vale la pena preguntarse no sólo qué pasó en estas décadas sino también el por qué y el para qué. Eso: ¿para qué una editorial universitaria? ¿No se conforman con dar clase y publicar papers? Pues no: la razón misma de esta editorial está en sus libros, hijitos que sin duda no existirían si no hubiera una editorial que los piense, los cuide, los mime y vele por su crecimiento hasta que, con suerte, un día den un portazo y se vayan de paseo por el mundo.
Efectivamente, repasando el catálogo de la editorial de la UNQ aparecen libros de texto, sí, de esos que se necesitan en el aula y la biblioteca, pero también textos clásicos, tesis de doctorado que merecen ser visibilizadas, traducciones de
Pasaron por esta editorial reconocidos autores, desde Oscar Terán hasta el presente Carlos Altamirano.
En sus inicios se publicaron textos de ciencias naturales, medicina, filosofía y música, entre otros.
La editorial de la UNQ es una editorial universitaria, comercial, pero antes que nada profesional.
Hace años incorporaron una librería propia, Nota al pie, un espacio para pasar el dedo por los lomos y visitar entre clases, experimentos o almuerzos. autores que queremos tener en casa, hasta libros de arte de esos que pueden servir para deleitarnos una tarde lluviosa, para impresionar desde una mesa ratona o para subir un poco las patas del proyector de diapositivas. ¿QUé LIBRO QUEREMOS? Ojo: esto no quiere decir que sean libros con destino de juntapolvos, de ninguna manera. Empecemos por el principio: los libros se escriben y se publican para ser leídos. No sólo eso: se escriben para ser leídos apasionadamente, una página tras otra hasta que nos pasamos de la parada del colectivo o la estación de subte. Y esos son los libros que queremos en la editorial UNQ: que se lean, se presten, se encuentren en las librerías, se regalen, se roben, se marquen de arriba abajo, hasta se arranque una página para llevar en la agenda o en el corazón. Si eso es la definición de una editorial comercial, entonces… bueno, sí, la de la UNQ es una editorial universitaria y comercial, y a mucha honra. Y, antes que nada, profesional: cuenta con editores de verdad, de esos que se enamoran de los textos, que les agarran rabietas porque tal o cual palabra no cuaja, y también con ilustradores, tapistas, diseñadores de lujo.
Por si fuera poco, desde hace unos años tenemos nuestra propia librería, Nota al pie, para pasar el dedo por los lomos, para abrir un libro nuevo y oler el incomparable olor a libro nuevo, para quejarnos porque no está tal o cual título que sabemos agotadísimo e inexistente, para visitar entre clases, experimentos o almuerzos.
Por eso estamos de festejo: si en estos tiempos no celebramos veinte años de libros en la universidad, ¿qué nos queda? Sí: los libros y la universidad. Se ha formado una pareja. Algo así como el sueño del pibe.
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*Miembro del Comité Editorial de la Universidad Nacional de Quilmes.
Dos mil millones de ojos