La excéntrica vida de dos sirios presos por narcos en Argentina
Son hermanos y estaban viviendo en un pueblo salteño de 20 mil habitantes, cerca de la frontera con Bolivia. Tenían más de 80 mil kilos de precursores químicos.
Los cadáveres de Angel Chame e Hiladia Vallejos fueron hallados en el interior de una casa ubicada a metros de la Ruta 2, a la altura de Icaño, un pueblo catamarqueño de poco más de dos mil habitantes. La mujer, de 70 años, recibió el disparo de una escopeta de perdigones en la cabeza; y una puñalada en el cuello terminó con la vida de su esposo, de 76 años. Los asesinos ingresaron por la puerta trasera, mataron a los ancianos y escaparon con joyas, dinero y celulares.
Encerrado en una de las habitaciones de la casa, el nieto del matrimonio –no vidente y con discapacidad motora– fue testigo del doble homicidio. La policía lo encontró cuando volvieron al domicilio por pericias. También notaron que estaban frente a un cocina de cocaína. En un baño hallaron, sobre un estante precario de madera, diferentes cajas aseguradas con cinta de embalar, que contenían envases de vidrio y plástico con acetona, éter sulfúrico, ácido clorhídrico, ácido sulfúrico, amoníaco, bolsas de manitol y otra con 289,3 gramos de cocaína. En otra habitación, encontraron barriles con otros precursores.
“Remitente Ferromet SA. Con destinatario Barakat Barakat”, la etiqueta adherida en uno de los empaques llevaría, seis años después, al fiscal Santos Edgardo Reynoso y a la Procunar, a cargo de Diego Iglesias, hasta la puerta de dos de los más importantes traficantes de pre-
La casa de dos plantas que habitaba Barakat Barakat estaba equipada con jacuzzi, pileta climatizada y gimnasio propio. cursores químicos y sustancias de corte del país, según indicaron fuentes judiciales a PERFIL. Creen que integrarían, además, una organización interjurisdiccional.
Se trata de los hermanos sirios Barakat Barakat y Fadel Barakat, dos empresarios millonarios que hicieron pie en Salvador Mazza, muy cerca de la frontera con Bolivia. Los acusan de obtener sustancias adulterantes y desviarlas a cocinas de estiramiento de cocaína en el norte del país, entre ellas, la modesta casa en Icaño, la escena del doble crimen ocurrido el 10 de diciembre de 2010.
A mediados de julio pasado, Gendarmería los detuvo y allanó sus domicilios. Encontraron lujo, autos y armas de distintos tipos. Incautaron cuatro vehículos de alta gama, más de 400 mil pesos, y más de 83.395 kilos de bicar-