LA AVENIDA DE MAYO, ESCENARIO DE LA GRAN MILONGA NACIONAL
Con el asfalto que aún refractaba el calor del día, poco antes de las 21 los amantes del tango ya se abrazaban y conformaban numerosas pistas en esas cuatro cuadras del centro porteño. Tres escenarios se ubicaron en Bernardo de Irigoyen, Piedras y Perú. Era el inicio de la décima edición de la Gran Milonga Nacional, organizada por la Asociación de Patrocinadores del Turismo, la Hotelería y la Gastronomía de la República Argentina y la Academia Nacional del Tango, con la adhesión del Gobierno de la Ciudad, SADAIC y los trabajadores gastronómicos porteños. Pero el gran protagonista fue el público milonguero, que animó la fiesta bailando en la calle, que se transformó en una pista de ocho mil metros cuadrados. Frente a los escenarios se colocaron tarimas con las dimensiones similares a las de una pista de milonga, donde muchos también subían a bailar sobre esa base de madera que cansaba menos los pies que el áspero asfalto de la calle. Para quienes no bailaban y se acercaron a disfrutar de la música y el canto y viendo danzar a profesionales en lo alto y a milongueros en la calle, se colocaron cientos de sillas de plástico y mesas frente a los tres escenarios. “El tango es Buenos Aires. Hay miles de escuelas de tango, de milongas en todo el planeta, pero si no bailás tango en Buenos Aires, es como si no hubieras bailado. El tango es la hospitalidad, el abrazo”, definió Dante Camaño, presidente de APTHGRA, impulsor y organizador del evento. Camaño consideró “un brillante cierre del año” a la milonga, “homenaje a la cultura y a la gente, porque la milonga es de la gente”. 1. La pista de baile, para los que se animaban en el escenario... 2. “El tango es Buenos Aires”, destacó Camaño. 3. Dante Camaño, presidente de APTHGRA, destacó la “hospitalidad y el abrazo” del tango. 4. Los milongueros, además, bailaban en el asfalto.