Lula criticó a sus rivales en el velorio de su mujer
Luiz Inácio Lula da Silva despidió ayer a su fallecida esposa Marisa Letícia Rocco en un emotivo y multitudinario velorio, que acabó con un duro discurso del ex presidente brasileño contra las acusaciones de corrupción que han perseguido al matrimonio durante el último año.
“Marisa murió triste”, manifestó Lula frente al féretro de la ex primera dama, cubierto con una bandera brasileña y otra roja del Partido de los Trabajadores (PT ). “Murió afectada por la canallada, la imbecilidad y la maldad que hicieron con ella”, agregó, en alusión a las denuncias de corrupción contra él mismo, en las que también resultó involucrada su esposa.
“Tengo 71 años y creo que voy a v iv ir mucho porque quiero que los criminales que levantaron ligerezas contra Marisa tengan la humildad para pedirle disculpas”, prosiguió entre los aplausos de seguidores que se agolparon en el velorio, en la sede del sindicato de los metalúrgicos, en el cordón obrero de San Pablo.