El blackwork, un fundido a negro que permite tapar otros
La contraparte de los tatuajes estilo acuarela o watercolor, o los que tienen un diseño que incluye colores y texturas que simulan obras de arte, son aquellos que se conocen como blackwork o blackout, un estilo que es tendencia en Europa y que ya lucen personalidades como Lionel Messi –que tiene una de sus piernas tatuadas de negro–, pero que en el país todavía no está del todo instalado.
Hace poco, una foto del cuello de Candelaria Tinelli pintado todo de negro –que ella misma publicó en Instagram– puso el foco en esta moda o estilo de tatuajes, que es muy utilizado en el caso de aquellos que quieren tapar diseños previos, por ejemplo. Quienes se los aplican suelen ser aquellos que ya tienen varios grabados en su piel, y en muchos casos se combinan con diseños o figuras geométricas o con tribales.
A diferencia del watercolor, donde se busca generar estilos desprolijos en base a manchas de colores, como se hace con las acuarelas, el blackwork apunta al fundido a negro, por lo que el tatuador debe in- yectar una gran cantidad de tinta en el mismo lugar.
En ese contexto, algunos dermatólogos ponen el foco en que este tipo de tatuajes puede dificultar los diagnósticos tempranos de enfermedades en la piel, además del daño que le producen a futuro. “Es una tremenda agresión a la piel, y además de ser doloroso, deja muchas cicatrices, que al estar el tatuaje no se ven, pero que dañan la piel”, explicaba a la revista Noticias Daniel Galimberti, dermatólogo especialista en remoción de tatuajes.