“negociar con Trump va a ser ‘business as usual’”
Prevé que Brasil crezca 1% en el segundo semestre. Apoyan a Temer a pesar del Lava Jato y esperan una reforma laboral.
A la espera de la reforma laboral en Brasil, el núcleo duro de la industria brasileña en San Pablo apuesta por la apertura que pregonó el presidente Mauricio Macri en su bilateral con Michel Temer en Brasilia el martes. El titular del área de Comercio Exterior de la Fiesp (la Federación de Industrias paulista), Thomaz Zanotto, evaluó que con Donald Trump hay que negociar “uno a uno”.
—¿Se pueden dejar atrás los conflictos bilaterales y cooperar, pese a la recesión?
—Brasil y Argentina están saliendo de grandes crisis. En Brasil se espera una recuperación en el segundo semestre. La relación es prioritaria para nosotros los empresarios. Hay que resolver cuestiones de corto plazo para recuperar las industrias y el empleo, que fueron los que más sufrieron. Hay un nuevo alineamiento entre los gobiernos de Argentina y Brasil, pero Paraguay y Uruguay también son más agresivos buscando la integración del bloque.
—¿Brasil volverá a crecer este año?
—La inflación está cayendo. Vamos a estar en torno al 4%. Las tasas de interés están bajando. Se están tomando medidas para el sector laboral: antes el sin- dicato prevalecía sobre la legislación. El Gobierno redujo el gasto. Varios sectores están tocando fondo y se espera un crecimiento modesto a partir del segundo semestre, a tasa del 1%. El gran problema que tenemos en Brasil es el desempleo, la peor recesión de la historia moderna, desde que empezó la industrialización de Brasil.
—¿Cuánto los preocupa la llegada de Trump?
—Nos preocupa a un nivel global. Tanto Brasil como Argentina tenemos que ver que somos eco - nomías cerradas, efecto de los gobiernos anteriores a Temer y Macri. El cierre de los EE.UU. afecta más a México y a China. La última vez que pasó fue en los años 20 y la gran recesión se debió a que los países intentaron cerrar sus economías. Espero que hayamos aprendido de eso. Pero Brasil y Argentina están bien posicionados, incluso tienen déficit comercial con Estados Unidos. Y las empresas estadounidenses que están en la región están para atender el mercado local, no para exportar a Estados Unidos.
No es momento de dejar atrás el acuerdo con la Unión Europea
—¿Cómo hay que negociar con Estados Unidos?
—La relación con Trump tiene que ser distinta, ir por canales distintos a los habituales. Conocemos a muchos de los asesores de Trump y son hombres que prefieren negociaciones uno a uno. Se ve cuando cuestiona a la OMC, la OTAN. El Gobierno está cuestionando todas las instituciones que se crearon en la posguerra. La agenda con EE.UU. va a ser empresarial, con negociaciones caso a caso. Para las negociaciones con Trump, va a ser “business as usual” (negocios, como de costumbre).
—En un mundo más cerrado, la idea de apertura ¿es un riesgo para el empleo?
—La posición de integración al mundo nos interesa. La negociación con la UE, por ejemplo, es compleja y nunca da resultados óptimos pero hay que buscar resultados buenos. No es momento de dejarlo atrás porque puede traer innovación, que es lo que la región necesita para generar empleo. La nueva economía va a recuperar los empleos. La economía tradicional no es suficiente para generar los empleos que hoy se necesitan.
—¿Esperan que la reforma
laboral
—Es necesario. En Brasil las reglas laborales pensadas a fines de los 30, creadas en un régimen fascista (N.R.: en alusión a Getúlio Vargas, que desarrolló el movimiento sindical). Estas leyes, consideradas conquistas laborales, protegen mal a los trabajadores. El desempleo entre los jóvenes es el 25%. Esta legislación no sirve bien al país. No puede continuar una legislación que sólo beneficia a una minoría.
—¿Qué mercados debería potenciar el Mercosur?
—La agroindustria es extremadamente competitiva. El sudeste asiático e India van a tener un gran crecimiento de la clase media. China puede tener un potencial para vender productos de mayor valor agregado y garantizar la seguridad alimentaria. Tenemos que trabajar con mucha sinergia para llegar a esos mercados. La UE son 500 millones de personas de clase media.