Podemos y un congreso en el que definirá su futuro político
El debate es entre quienes buscan retomar un perfil de izquierda y los que defienden institucionalizarse para atraer votos moderados.
El Palacio de Vistalegre, un gran estadio cubierto en las afueras de Madrid, acoge este fin de semana a la Asamblea Ciudadana de Podemos, el partido político surgido de los movimientos ciudadanos del 15M (el acampe de protesta en Madrid en mayo de 2011), que alteró la política española.
Fundado por profesores de la Universidad Complutense, y liderado por Pablo Iglesias, un joven docente de Ciencias Políticas, Podemos logró desde su creación (2014) ingresar al Parlamento Europeo, conquistar las principales alcaldías de la nación (entre ellas Madrid y Barcelona), y convertirse en la tercera fuerza en el Parlamento Nacional.
A tres años de aquel venturoso inicio, la formación “morada” celebra su asamblea atrapada en una guerra de facciones que amenaza con licuar el éxito alcanzado.
La disputa es protagonizada por el secretario general, Pablo Iglesias, y su segundo, el secretario político, Iñigo Errejón. El primero desea retornar a los orígenes y concentrarse en la protesta civil y en la articulación de un gran bloque de izquierdas; y el segundo plantea profundizar la vía institucional y seducir a los sectores que ven en Podemos una fuerza adolescente o incapaz de gobernar. Culebrón. Las semanas previas al congreso, el debate se transformó en un culebrón interminable, en el que Igle- sias y Errejón utilizaron los medios de comunicación y las redes sociales para librar una disputa más personal que política.
En el discurso de defensa de su candidatura, y ante unas siete mil personas, Iglesias pareció consciente de la imagen deslucida que entregaba lo que debía ser una discusión madura sobre la organización del partido. Quizás por eso evitó referirse a sí mismo, enumeró a varios integrantes de la fuerza y se despidió –cubierto por los pedidos encendidos de “unidad” que descendían de las gradas– con la promesa de que “a partir del día 13, unidad”.
A su turno, Errejón dio un discurso conciliatorio en el que aseguró que no “había enemigos internos”. Por el contrario, apuntó al gobierno “amenazado en los tribunales” por sendos casos de corrupción, y aseguró que Podemos “es el antídoto contra los fantasmas del fascismo, Trump y Le Pen”.
El resultado de la asamblea, que se sabrá hoy, tiene inquieta a la clase política española. Si Podemos se debilita, el Par tido Socialista ( PSOE) recuperaría el protagonismo en la oposición y la posibilidad de arrebatarle el gobierno al Partido Popular.
La formación oficialista, cuyo líder es el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, es más favorable a esta última opción que al triunfo de un movimiento joven y de ideología indefinida, que considera “injusto” el régimen electoral, promueve una reforma constitucional, y está dispuesto a debatir el proceso soberanista de Cataluña.