APROPIARSE DE LO PUBLICO
cada uno de nosotros para ayudar a prevenir el cáncer y acompañar a los pacientes y a su grupo de afectos, mejorar la calidad de vida y salvar vidas. En nuestro país el cáncer constituye la segunda causa de muerte por enfermedad. Sólo en 2014 ocurrieron 60.791 muertes por tumores malignos, dentro de un contexto de prevalencia creciente. Las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), representadas tanto por las enfermedades vasculares y respiratorias crónicas como por la diabetes y el cáncer implican una creciente carga de mortalidad y morbilidad en todo el mundo. Dentro de los principales factores de riesgo ubicamos al sedentarismo, la mala alimentación, la obesidad, el tabaquismo activo o pasivo, la contaminación del aire y la exposición a las radiaciones. Las ECNT son prevenibles y se cuenta con evidencia consistente sobre la efectividad de intervenciones tanto de promoción, prevención, diagnostico precoz y tratamiento oportuno, que justifican llevar a cabo acciones de educación para la salud. Un buen comienzo es rodearse de afectos y no automedicarse; realizarse un chequeo médico anual, controlar frecuentemente la presión arterial, lavarse frecuentemente las manos y dígale chau al pucho, reduzca la ingesta de sal y de alimentos muy procesados. Prof. Dr. Damián Pablo Ballester Farmacéutico M.N.:14.001 dpballester@ciudad.com.ar presidencial. Pero en el contexto socioeconómico presente (donde la mitad de los niños argentinos son pobres según el propio Indec, donde hay que reparar la situación de pueblos inundados, la de otros cubiertos por aludes de barro, provincias con más de un millón de hectáreas de campo incendiadas, temporada vacacional paupérrima donde ni siquiera el tren a la costa atlántica ha funcionado, inflación sostenida, inseguridad que no distingue barrios ni horarios, etc.); querer justificar el enorme gasto en la reparación de oficinas o el establecimiento de una huerta orgánica para proveer de alimentos al comedor, parece propio de una sociedad nórdica europea donde muchas de las urgencias ya han sido satisfechas por el Estado Benefactor. Tal vez se pueda postergar este gasto, hacer sólo el mantenimiento que permita la funcionalidad del edificio y que el ejemplo sirva para que otros funcionarios de menor rango sigan el ejemplo de austeridad republicana que requiere el esfuerzo que está haciendo el pueblo argentino para salir de la crisis. Miguel Angel Reguera Da vergüenza propia y ajena ver a los distintos gobiernos (nacionales, provinciales y municipales), que en mi vida me han tocado padecer en mayor o menor medida, tienen entre otros el común denominador de “apropiarse” de las cosas que hacen (a veces incluso bastante mal) con nuestro dinero y cobrando por por su gestión cifras que deberían garantizar profesionalidad y eficiencia. Me refiero a que desde un festival musical hasta un hospital, y desde pavimentar una calle hasta un centro cultural, vemos y aceptamos mansamente la colocación de carteles, spots publicitarios, radio, etc. De las leyendas personalistas “Intendencia xxxxxxxxxxx”, Gobernacion xxxxxx, etc., etc. Parecería que lo hubieran donado con su dinero personal. Nada más lejos de ello, ya que como sabemos detrás de muchas obras se escondió la mayor