A los millennials les cuesta más tener una pareja estable
Las redes sociales y las variadas apps de citas plantean nuevas formas de establecer vínculos, menos duraderos.
“Me gustaría tener novio una vez que tenga un trabajo estable, hasta ahora mi objetivo principal era terminar la facultad”, explica Carolina, de 26 años, recién recibida de abogada. Cuenta que a la hora de salir con alguien “se aburre fácil”, “prefiere estar sola” y manejar “sus propios tiempos”.
La historia de Carolina es un claro ejemplo de lo que psicólogos y expertos en parejas advierten: a los millennials les cuesta enamorarse. A pesar de los avances tecnológicos que se volvieron vitales para relacionarse con otros, para muchos miembros de la generación nacida entre 1984 y el 2000, el desarrollo profesional y la búsqueda del placer, están por encima de formar una pareja estable.
Según un estudio de 2014, realizado por el Centro de Investigación Pew en Estados Unidos, sólo el 26% de los millennials está casado, y para la mayoría de los solteros, el requisito previo para dar el gran paso, es tener una economía sólida y segura. Los datos se basan en 1.821 encuestas a jóvenes de ese país. La Consultora Gallup, después de casi 32 mil entrevistas, llegó a una conclusión similar. En la última década, el porcentaje de jóvenes solteros pasó del 52 al 64%. Y el 14% de los adultos, entre 24 y 34 años, todavía viven con sus padres. “Los millennials tienen cierta tendencia a demorar algunos ritos de pasaje a la vida adulta, se tornan indecisos a la hora de fijar un compromiso y priorizan el bienestar inmediato por ser hijos de la era tecnológica”, explica Felisa Widder, psicoanalista. Nativos digitales. Las redes sociales plantearon nuevas formas de interacción y construcción de vínculos con otras personas. Y en el caso de los millennials, la aparición de aplicaciones de citas se volvieron fundamentales a la hora de concretar encuentros. “Son jóvenes que se conectan a través de la pantalla, de lo inmediato, donde no existe
Happn. Funciona por geolocalización, al igual que Tinder. Tiene 1,4 millones de usuarios en Argentina.
Match.com. Conecta a personas a partir de gustos similares. Tiene casi 4 millones de usuarios en el país.
Wingman y MileHi. Unen personas de un mismo vuelo.
Hater. Vincula usuarios que comparten odio por las mismas cosas. Hay alrededor de 3 mil temas para elegir, desde política a costumbres. el tiempo de espera, y eso también tiene que ver con el placer”, afirma Elvecia Trigo, psicóloga especialista en medios de comunicación masiva. “Aunque la conexión sea rápida, no significa que sea menos intensa, lo que no está es la pareja estable”, agrega la experta.
Además de las plataformas ya tradicionales, como Tinder o Happn, que relaciona a personas según su cercanía geográfica, existen muchas otras que permiten unir usuarios según sus intereses, o conectar pasajeros que comparten un mismo vuelo. Miguel Espeche, especialista en vínculos, compara a estas redes con “góndolas de supermercado”, donde se exhiben varios candidatos y se vuelve difícil la elección.
“Ellos necesitan del amor, les gusta, pero no quieren que nadie los saque de su objetivo, que es ser alguien, tener éxito en la vida y en el trabajo”, a f ir ma la psicoa na lista Claudia Amburgo de Rabinovich.
Sin embargo, y aunque cada vez se retrase más, los millennials también piensan en un futuro con hijos. Aunque plantean nuevas formas de concebir el círculo familiar. Para Widder: “Lo tradicional empezó a desaparecer y se vienen entornos más diversos y dinámicos desde lo social y sexual”.
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