El conductor manejaba a 100 km por hora
El procurador de la Corte de Mendoza, Alejandro Gulle, confirmó ayer la versión de los sobrevivientes que dijeron que el chofer iba a alta velocidad, al asegurar que el velocímetro del colectivo de la empresa Turbus quedó parado en 100 km/h al momento del accidente. El vuelco, que provocó la muerte de 19 personas y dejó un saldo de 22 heridos, se dio en una zona de alta montaña, –cerca del Parque Aconcagua– donde las máximas no superan los 40 km/h.
Por este motivo, a mbos choferes, identificados Pedro Vargas y Francisco Sanhueza, de nacionalidad chilena y que resultaron ilesos, quedaron demorados en la Oficina Fiscal 11 de Luján, donde fueron incomunicados y se les practicaron análisis de sangre y orina para determinar su grado de responsabilidad.
Al cierre de esta edición, esperaban a que el fiscal Gustavo Pîrello, quien permaneció durante todo el día en la morgue con las familias de las víctimas, les tomara declaración y determinara si eran imputa- dos en la causa.
Desde temprano, la empresa Turbus emitió un comunicado en las redes sociales donde confirmó que en el micro viajaban 40 personas y dos choferes, y que el accidente se produjo en el kilómetro 1.223 de la ruta 7 camino a Los Horcones. En tanto, su vocero, Victoriano Gómez, di- jo que el micro se encontraba en condiciones y que ambos choferes conocían la ruta, que recorrían hace más de un año. Según trascendió, la empresa, una de las más grandes de transporte del país trasandino, con una flota de 700 colectivos, cuenta con un historial de accidentes y multas.
“Sentimos como una explo- sión y cuando salimos era el colectivo. Empezamos a escuchar a la gente que gritaba, las criaturas que lloraban, un desastre. Nunca había visto algo así”, dijo a los medios locales Eduardo Pizarro, un puestero que vive por la zona y que, junto a su hijo, fue uno de los primeros en asistir a los heridos.