Perfil (Domingo)

Guerra de sostenes

- RAUL H. ALVAREZ

El episodio de unas mujeres que hace unos días se atrevieron a hacer topless en una playa de Necochea, y que algunos considerar­on reprochabl­e, culminó con una manifestac­ión en la plaza del Obelisco en la que otras mujeres, emulando a la dama del cuadro La libertad guiando al pueblo, que Eugène Delacroix pintó en 1830, demostraro­n su repudio al uso del sostén.

Es notable que hoy se agravie a una prenda que tiene una larga historia pero que tuvo su época de oro a mediados del siglo pasado, cuando en los años 40 Frederick Melinger abrió en Los Angeles su comercio Frederick’s of Hollywood, que cambiaría para siempre el gusto femenino por la ropa interior. En efecto, allí se vendían las prendas íntimas más audaces y entre las novedades lanzaron la ropa interior negra. El éxito de la casa fue haber creado el push-up bra, que era un corpiño que mantenía los pechos erguidos y favorecía a todas las mujeres. Poco tiempo después, la firma Maidenform lanzó el primer corpiño “puntudo” con la marca Chansonett­e. Aquellos corpiños, llamados bullet bra, tuvieron gran aceptación, no sólo en las actrices, modelos y pin-ups sino también en las mujeres “normales”. Las tazas en forma de cono daban a la figura de la mujer un aspecto rotundo e imponente. Las puntas solían estar adornadas con costuras concéntric­as que acentuaban su elegancia.

El productor Howard Hughes en 1940 diseñó un corpiño con apoyo para resaltar el busto de Jane Russell, y las fotos de la actriz en la película El proscripto provocaron un gran escándalo. Hughes, sin embargo, defendía su creación alegando que no sólo realzaba los pechos sino que destacaba el cleavage (la hendidura) al usar vestidos escotados.

En la España de la época de Franco, increíblem­ente, se popularizó la escandalos­a canción El cordón de mi corpiño, cantada por Antoñita Moreno, que después fue adaptada y traída a la Argentina por Pedrito Rico. La letra, adelantada a los tiempos, decía: “Si tú quieres el cordón, tijeras te traigo aquí, pa’ que cortes el corpiño, que no lo puedo sufrir”.

El análisis más imparcial del tema se mostró en la película La guerra de los sostenes, de Gerardo Sofovich. Allí las mujeres, algunas en corpiño y otras sin él, se ven igualmente encantador­as.

 ?? CEDOC PERFIL ?? Jane Russell.
CEDOC PERFIL Jane Russell.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina